Ignacio Fernández

Ignacio Fernández

Periodista


Aguinaldo

02/12/2021

Están las noticias y luego las buenas noticias. Hablaré de lo segundo, dadas las circunstancias. Acaban de anular el ERTE de Iveco en la fábrica que la italiana tiene en Valladolid y de la que salen camionetas industriales y cabinas de camiones. La crisis del sector de la automoción, relacionada con el suministro de los microchips y los famosos cuellos de botella de la logística de distribución no han doblegado esta vez la producción en la planta vallisoletana.
Son más de mil familias que acaban de recibir el aguinaldo por adelantado, un regalo navideño un tanto inesperado en forma de crisis de producción que pesaba sobre parte de la plantilla. Ahora podrán trabajar a pleno rendimiento durante el mes de diciembre y todo indica que el año 2022 se presenta prometedor para una planta que arma a diario cerca de cuatrocientas unidades.
Son estas pequeñas/grandes cosas las que nos reconfortan. Demasiadas complicaciones y torcidas sucedidos tiene la cotidianeidad de esta sociedad pandémica como para no celebrar que más de mil personas hoy miren el futuro y el de los suyos con la esperanza de saber que van a poder pagar el recibo del colegio de los niños y los plazos de la lavadora con el sudor de su frente.
La economía sigue sin estar bien y no se sabe cuánto tiempo tardará en recuperarse. Hay demasiada incertidumbre y excesiva complacencia entre los políticos que siguen sin hablarle claro a la gente sobre la realidad y administran demasiado frecuentemente un placebo que adormece pero no cura.
Que Iveco siga teniendo curro durante un buen tiempo debería ser un auspicio, un prolegómeno de otras buenas noticias semejantes que dieran cuerpo, orientación y sentido al tiempo de la Navidad.