Luis Miguel de Dios

TRIGO LIMPIO

Luis Miguel de Dios

Escritor y periodista


Imbécil

27/09/2022

Esta palabra-insulto ha estado de moda varios días en el panorama regional. Restalló en las Cortes de Castilla y León en boca de todo un vicepresidente de la Junta, el líder de Vox, Juan García-Gallardo. Se la dirigió a su antecesor en el cargo y procurador por Ciudadanos, Francisco Igea. Y la dejó caer como quien saluda, con suficiencia y con un toque de impunidad muy preocupante, alarmante. Acto seguido, García-Gallardo llamó a Igea «presunto delincuente» y se quedó tan oreado, mientras el presidente de las Cortes, Carlos Pollán (Vox), miraba al tendido y ni se daba por aludido ni se molestó en apercibir a su correligionario y pedirle que retirara los dos improperios. Tampoco parecieron muy afectadas las gentes del PP que ocupaban sus escaños y, por supuesto, las de Vox, a las que solo faltó jalear a su jefe de filas. ¿En qué se está convirtiendo el Parlamento castellano-leonés?, ¿qué ejemplo están dando sus señorías, no todas, claro?, ¿la actitud de Vox les sale espontánea, patriótica, o viene meditada para crear un clima de confusión, una bronca continua, que exija «salvadores», o sea ellos mismos?, ¿Carlos Pollán conoce sus funciones de árbitro neutral o las ignora para convertirse en un presidente partidista y manipulador al servicio de quien le puso ahí? Jamás pensé que pudiera hacerme estas preguntas con el buen recuerdo de presidentes como Dionisio Llamazares, Carlos Sánchez-Reyes, Manuel Estella o Silvia Clemente. Sin embargo, lo ocurrido la pasada semana induce a ello. Y más al saber que el propio Pollán compartió un tuit en el que se insultaba a Igea y se ofrecía una imagen de un proceso judicial que acabó en nada. Ni el autor del tuit, David Hierro (Vox) ni el señor Pollán decían que Igea había sido absuelto. Lo seguían llamando delincuente. Y como remate, al día siguiente, un «suspendo la sesión y que se jodan», pronunciado por Francisco Vázquez (PP), presidente en funciones, ante el follón que se había armado al interrumpir desde las filas de la derecha a Pablo Fernández (Podemos). A éste lo llamaron «gilipollas». ¡Vivan la alta Política, el respeto y la educación!