Rafael Monje

DE SIETE EN SIETE

Rafael Monje

Periodista


Dudas y certezas ante el 26-M

08/05/2019

La proximidad entre las elecciones generales del 28 de abril y la triple cita del 26 de mayo hace inevitable ahondar en las posibles consecuencias de las primeras en relación a los comicios del último domingo de este mes. No cabe duda de que el escenario político está más abierto que nunca, también en Castilla y León. Por ello, cobra mayor sentido el indisimulado protagonismo que tiene Ciudadanos. Cs ya ha confirmado que no apoyará la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno de la nación, una decisión que podrían hacer compatible con determinados pactos con el PSOE en comunidades como Extremadura, Castilla-La Mancha o Castilla y León. Esa diferencia de posición entre lo que van a votar en el Congreso y en algunos parlamentos autonómicos tiene sentido político si lo que pretende la formación naranja es reafirmarse como un partido de centro, capaz de llegar a acuerdos a un lado y a otro. Sin embargo, la insistencia de Albert Rivera por erigirse en líder de la oposición en la Cámara Baja ante un Ejecutivo socialista no parece casar mucho con los supuestos apoyos al mismo partido en comunidades donde el voto de Ciudadanos va a resultar determinante. 
Pero hay otras lecturas derivadas de los comicios del 28 de abril, como lo es el hecho de que las elecciones en este país se ganan en el centro. De ahí el pase por boxes de la escudería del PP para retomar una carrera electoral que tiene el 26 de mayo su segunda bajada de banderín. Cierto es que el PP de Castilla y León es más centrista que el nacional, pero igual de cierto es también que se presenta a la revalida con un candidato al que no le ha dado tiempo a tener un perfil propio como sí lo tiene Herrera tras 18 años de gobierno. 
Cabe preguntarse qué habría cambiado si el burgalés se hubiera echado a un lado en su día para que Fernández Mañueco hiciera ahora campaña como presidente de la Junta. Y tampoco es cuestión menor pensar si el PP será capaz de recobrar en pocos días la confianza de aquellos potenciales votantes que se decantaron hace nada por Vox o Ciudadanos. La respuesta a la primera de las preguntas es obvia; para la segunda, mejor esperar.