Óscar Gálvez

Óscar Gálvez

Periodista. Director editorial Castilla y León Promecal


Igea-Fuentes, un ‘dèjá vu’ parlamentario

01/03/2020

Todo va a acabar como desde un principio parecía que iba a ocurrir, con Francisco Igea batiéndose contra Inés Arrimadas. Y ojalá sea cierto, tal y como han afirmado en los últimos días el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y su vicepresidente, que el desenlace final de la batalla por el liderazgo nacional de Ciudadanos no afecta al Gobierno de coalición de Castilla y León. No tiene por qué pasar nada, pero en política el futuro no está escrito. E incluso estándolo, a veces la tinta más indeleble se hace invisible.

Que Igea iba a terminar presentándose a las primarias de Ciudadanos estaba cantado. Decía que solo lo haría si la número dos de Albert Rivera no atendía a lo que él y el resto de críticos consideraban imprescindible; resumiendo: un modelo de partido menos vertical, menos cesarista y en el que Madrid no lo ordene todo, como ha ocurrido en la política de pactos en la corta historia de Ciudadanos. El grado de autonomía de las regionales y provinciales ha sido mínimo, escaso, quizá demasiado. Y tras la dimisión de Rivera, los primeros pasos de Arrimadas no parecían encaminados a cambiar de rumbo. Más aún, ha avanzado hasta la confluencia con el PP en las elecciones de País Vasco, que no es lo mismo que sumar fuerzas después de pasar por las urnas. Así que sí, estaba muy claro que Igea iba a terminar encabezando una candidatura y solo estaba esperando que pasase el tiempo, consciente de que le llevaría a dar el paso. 

La escena del lunes pasado en Valladolid, llena de condescendencia, postureo, arrogancia, vehemencia y varias cosas más, dejó muy clara la división. En esa batalla por liderar lo que queda de Ciudadanos, Arrimadas lleva ventaja porque a su alrededor ha logrado juntar más manos que Igea dispuestas a recoger los huesos del esqueleto. De hecho, a apenas cuatro metros del líder crítico y vicepresidente de la Junta, el número uno orgánico del partido en Castilla y León, Luis Fuentes, se deshacía en elogios hacia Inés. "Eres la mejor", le dijo varias veces. Y Fuentes no es un don nadie, es el presidente de las Cortes autonómicas. Fue como un dèjá vu de la anterior Legislatura, en la que la entonces presidenta de la Cámara, Silvia Clemente, iba por un camino y el vicepresidente de la Junta, José Antonio De Santiago Juárez, por otro, siendo ambos del mismo partido, tal y como ocurre ahora y que todo el mundo conoce cómo acabó. De ahí que la asamblea nacional de Ciudadanos de dentro de dos semanas tenga, como poco, su clave regional. Uno de los dos saldrá derrotado, que no es igual que debilitado. Y eso, en política, siempre tiene consecuencias, aunque sean con efecto retardado.