Fernando Jáuregui

TRIBUNA LIBRE

Fernando Jáuregui

Escritor y periodista. Analista político


Olvida las peinetas; la pelea se traslada al exterior

25/03/2023

Al final, podría pensarse que resulta casi alentador que nuestros dos máximos púgiles políticos -Sánchez y Feijóo, naturalmente- trasladen sus afanes al exterior, desdeñando insistir en afortunadamente ya casi olvidadas mociones de censura y en detalles absurdos como esa 'peineta', tan citada en las frívolas redes sociales, que el presidente castellano-leonés le hizo, travieso, a una diputada socialista. No estamos ni para 'tamamazos' ni para peinetas, cosas siempre tan queridas por los que se empeñan en mirar el dedo que señala a la luna, cuando el mundo mundial nos aguarda, por lo visto, con los brazos abiertos. O bueno, es lo que van vendiendo desde La Moncloa y desde la sede 'popular' en la calle Génova.

La política de la mayor parte de los países democráticos se debate constantemente entre lo trascendente -la construcción de un mundo en cambio vertiginoso--, la pugna interna y la degradación de esta última, que consiste en el hispánico duelo a garrotazos por un quítame allá estas pajas. Y, así, yo jamás reprocharé al jefe de mi Gobierno que se pase el día en el Falcon, o en el Mystere, o en el Jumbo, recorriendo países cuyo reconocimiento necesitamos. Y ahí tenemos a Sánchez entre Bruselas, la república Dominicana y Pekín, todo ello antes de disfrutar --¿en Lanzarote?-- de unas vacaciones fugaces de Semana Santa para, quizá después de darse un respiro para reflexionar, partir en nuevas giras preparatorias de una presidencia española de la UE de la que espera, colateralmente, obtener pingües resultados electorales en España.

Veo que, por fin, el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, a punto de cumplir su primer año en este cargo, también emprende el rumbo de los contactos internacionales, aunque no sea llamado por Xi Jinping, pero sí por la dama por todos codiciada, que no es otra que Ursula von der Leyen: preveo un duelo celosón entre los dos púgiles por conquistar en exclusiva los favores políticos de la presidenta de la Comisión Europea, que es cargo al que a Feijóo le gustaría 'desterrar' algún día próximo a Sánchez, porque ello significaría que el PP le habría sacado de La Moncloa merced a las urnas.

Me dicen que el líder de la oposición española va a tratar de contrarrestar las 'photo opportunities' europeas que Sánchez cosechará durante la presidencia española de la UE. Cuestión discutible, cuando lo que yo creo es que ambos deberían más bien cooperar en lo posible para que esta presidencia fuese lo más rentable para nuestro país. Pero es un tema perdido: no hay manera de llegar a un acuerdo entre las dos formaciones que nos pueden gobernar ni sobre justicia, ni sobre educación, ni sobre política exterior, ni sobre pensiones. Pienso que se equivocó, por cierto, el señor Núñez Feijóo al criticar en Bruselas la reforma del ministro Escrivá, alabando, en cambio, la muy polémica de Macron: nadie es capaz de entender aquí las batallas épicas en las calles de París por un tema como que la jubilación suba de los 62 a los 64 años, cuando aquí está, y bien está, a los 67.

Lamento esta incipiente batalla exterior, porque me parece que el electorado está cansado de confrontaciones inútiles, de ocurrencias como la de la moción de censura, de chuladas como la de la peineta, y reclama algo más de sosiego y acuerdo en los temas de comer, que son las grandes cuestiones de Estado más arriba citadas. Feijóo ha dado ya algunas muestras de aceptar el camino de un cierto entendimiento en determinadas cuestiones, como la 'ley del sí es sí', siendo en cambio el presidente del Ejecutivo mucho más irreductible en lo que a cualquier acuerdo se refiere. Lástima, porque, así, los extremos, esos aliados indeseados que son dos jaulas de grillos, seguirán desafinando en el concierto nacional, que era aquel del viejo y buen bipartidismo, recuerda usted.