Antonio Pérez Henares

LA MAREA

Antonio Pérez Henares

Escritor y periodista. Analista político


La desinflamación catalana

10/02/2020

El vocerío mediático monclovita y sus mesnadas opináticas se han lanzado, tras las humillantes imágenes de sumisión, cabezazo reverente del valido incluido, de Sánchez ante el títere de Puigdemont, el inhabilitado Torra, a pregonar con trompetas y timbales que la visita ha sido un gran éxito y que se está logrando, nuevo palabro tramposo, desinflamar Cataluña.

¿Y que quiere decir, en verdad, tal cosa? Pues muy sencillo. Que los separatistas están contentos y tranquilos. Claro. ¿Como no van a estarlo si el presidente de la Nación, lejos de defenderla, acepta sus postulados y comparte su hoja de ruta para conseguir la secesión?. Asi , claro está, ellos se pueden mostrar muy contentos y felices, pues parece que la única discusión ya parece estar en si la rendición y entrega de la soberanía nacional y los derechos de sus ciudadanos se hace de golpe, via del prófugo de Bruselas, o por etapas, del preso de Llenoders. Pero ¿y cómo debemos estar quienes no los son allí ni lo somos en el resto de España? Pues tristes, humillados y ofendidos.

Porque ese desinflamar la ira independentista a base de ceder a su chantaje y ofrecer encima prebendas y dineros a mansalva, los que se niega al resto de comunidades del Estado, es en suma rendirse y rendir a España. Y sí, claro, así y por el momento, se desinflaman sus ardores y no le pegan fuego a Barcelona. ¿Como no van a estar encantados los separatistas con quienes se han pasado a su bando y dejan inerme y arrodillada ante ellos a la ciudadania española y aún más a quienes en Cataluña soportan el adoctrinamiento, la opresión e imposición de los secesionistas?

Es sobre todo a estos últimos, a los que Sánchez e Iceta dejan vendidos. Su traición les roba la esperanza pues ya es obvio que quien tenía el ineludible deber de defenderlos no solo se ha pasado al enemigo sino que los entrega amarrados como reses a las que llevar al matadero. Y con ello da carta blanca, via libre y apoyo total para que el nacionalismo, supremacista y xenófobo con todo lo que a España y Constitución, arrase su resistencia y los convierta ya definitivamente en apestados, en seres de inferior rango como personas y en derechos a quienes solo les cabe la sumisión completa o el abandonar aquella tierra. Un exilio creciente y silencioso que cada vez es más creciente. Un abandono que propiciara que en breve el independentismo alcance la cuota soñada y que jamas había llegado a tener: superar el 50% en votos. Esa es la desinflamación de Sánchez.

El vocerío progre que la declama y trompetea como gran hazaña viene a decir, que es en realidad la única alternativa, que no puede hacerse otra cosa y que les digan cual es la otra solución que se plantea. Porque ya sido decidido por ellos, que la Ley es un estorbo y una piltrafa prescindible que solo causa problema el aplicarla.

Pues bien precisamente es eso y no puede ser ninguna otra cosa y menos el plegarse por entero a los designios de quienes la violan, que solo traerá en el futuro peores, mayores e irreversibles consecuencias, el único camino: El restablecimiento del Orden Constitucional de Derechos y Libertades a toda la ciudadanía catalana. Y a partir de ahí comenzar a restablecerlas en Educación, lengua y eliminación de toda discriminación por su causa.

Pero esto, claro, es exactamente lo contrario de lo que pretende esa tropa que hoy gobierna o apoya con entusiasmo esta deriva. A saber, la extrema izquierda de Podemos, todos los separatismos y nacionalismos confabulados, ERC, PDCAT, BNG,PNV, Compromis y cualquier otra sigla y sin que falten, ni muchos menos, los filoetarras de Bildu, ahora blanqueados por sus voceros como referente de amor y paz. Ellos mandan. Y quienes entre ellos, y hablo del PSOE, que ayer veían en ello una atrocidad y algo que jamás aceptarían, acatan y hasta aplauden, con contadísimas excepciones. España, es un hecho, está en manos de quienes quieren destruirla.