Luis Miguel de Dios

TRIGO LIMPIO

Luis Miguel de Dios

Escritor y periodista


23-F

23/02/2021

Hoy, a las 18,21, retrocederé 40 años (hasta los 26) y volveré a caminar, entre soñoliento y algo resacoso, por la vieja redacción de El Norte de Castilla, en Valladolid, mientras suena de fondo la monotonía de la votación de investidura de Leopoldo Calvo-Sotelo como nuevo presidente del Gobierno. Los síes y noes de los diputados nos llegaban lejanos, como fantasmales, desde el transistor del redactor-jefe, José Antonio Antón, único que seguía la sesión del Congreso. Desde su despacho irrumpió, lívido, nervioso, en la redacción gritando: “Está entrando el Ejército en el Congreso”. Rodeamos el aparato de radio justo a tiempo de escuchar los tiros y las amenazas (“que no quiero ver imagen; desenchufa eso o te mato”, le decía un asaltante a un cámara de TVE; “que no soy, que es del camión”, trataba de explicarle éste). Y también de sentirnos vapuleados por un silencio desconocido, lúgubre. Se cortó la emisión. Y ese silencio se hizo trágico, aterrador. ¿Qué había pasado?, ¿qué estaba pasando?, ¿habría muertos?, ¿quiénes? Nos atrapó un miedo doloroso. Por nuestra integridad (a pocos metros estaba la sede de Fuerza Nueva) y por el futuro de aquella democracia y aquella Transición recién estrenadas. Nos pusimos a trabajar sin saber exactamente ni qué podíamos hacer ni si el diario iba a salir. Di una vuelta por las cercanías de algunos cuarteles. Todo en orden. Nos entrevistamos con el gobernador civil, Román Ledesma, que nos tranquilizó. La tensión descendía y más cuando habló el rey, pero el Gobierno y los diputados seguían secuestrados. Noche larga y dura hasta que, en la mañana del 24-F, todos los parlamentarios fueron liberados. ¡Cuarenta años!, que se van a conmemorar hoy con un acto presidido por Felipe VI al que no acudirán ni los secesionistas catalanes ni el BNG ni Bildu. Por muchas “razones” que den no es fácil entenderlo. ¿Protestan contra el monarca, contra el sistema, o contra la democracia que nos les permite hacer lo que les dé la gana, sea o no legal? No estorbaría que repasaran lo que ocurrió aquel día. O mejor dicho, lo que estuvo a punto de ocurrir.