Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


No es no

18/06/2019

El copyright es de Pedro Sánchez, pero el no es no vale para circunstancias que no tienen nada que ver con la investidura de Mariano Rajoy: el Tribunal Supremo y la Junta Electoral Central han dado un NO rotundo a la Junta Electoral Central (JEC) que Oriol Junqueras, Carles Puigdemont y Antonio Comin puedan recoger su acta de eurodiputados. En el caso de Junqueras para que no acceda a la inmunidad; en los de Puigdemont y Comin, porque existe una orden de detención contra ellos que debe cumplirse en cuanto pisen territorio español.

En el Congreso se advertían medidas de seguridad mayores que las habituales para impedir que el expresidente de la Generalitat llegara hasta la sede parlamentaria utilizando algún tipo de subterfugio. Puigdemont no dio la cara, no es su estilo, se fugó de España para eludir sus responsabilidades y dejar en la estacada a sus colaboradores, a los que no informó de sus intenciones. En esta ocasión acató la Constitución ante un notario en Bélgica y envió a Madrid a su abogado para recoger el acta en la Junta Electoral Central. Agua. Era obligado hacerlo presencialmente.

Oriol Junqueras y sus abogados han intentado que se le autorizara a acudir al Congreso, sede de la JEC, para recoger su acta, de la misma manera que había recogido la de diputado, pero el Tribunal Supremo tenía bien analizada su situación: si la recogía, el Parlamento Europeo podría otorgarle automáticamente la inmunidad y se abriría el debate sobre el momento en que debería hacerse efectiva esa inmunidad parlamentaria. La respuesta por tanto del TS fue negativa, con el argumento de que esa inmunidad impediría que Junqueras se sometiera al dictamen de la justicia española, que ya ha celebrado el juicio y solo está la espera de la sentencia.

Esta peripecia electoral y judicial demuestra que el independentismo no pierde oportunidad para buscar las vueltas a la justicia española. Primero se volcó en la lucha política en el plano internacional, pero tras un tiempo inicial en el que parecía que habían logrado sus objetivos, el apoyo internacional fue decreciendo gradualmente. No del todo pero sí de forma significativa. Tocaron entonces los independentistas la tecla parlamentaria, presentándose candidatos al Congreso de los Diputados, Senado y Parlamento Europeo buscando la deseada inmunidad. Pero hasta ahora solo han podido tomar posesión de sus escaños los diputados y senadores, regresando a continuación a prisión. En cuanto al PE, sus equipos jurídicos han sido claros: solo aceptará las actas avaladas por las Juntas de los países de los eurodiputados, que solo se entregan a quienes han cumplido los requisitos legales.

Puigdemont está habituado a saltárselos poniendo tierra de por medio. Como ha hecho en esta ocasión, mandando a su abogado por miedo a ser detenido.

Un político con principios sólidos habría defendido sus ideas y la voluntad de sus votantes allí donde fue elegido, no fugándose ni enviando a mandados a los que paga para recoger su acta.