Cómo hacerse mayor o sobrevivir al verano de tu vida

Irina Carnicero
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La pandilla más ajetreada de Indiana vive un julio inolvidable con música y conspiraciones en la tercera temporada de 'Stranger things'

Toda criatura, joven o adulto, ha esperado con gran entusiasmo el verano alguna vez. Es entonces cuando la vida se convierte en una montaña rusa de grandes momentos y emociones, aunque sea solo por tres meses. Las vagonetas esperan a que suban sus pasajeros para despegar, pero los personajes de la tercera temporada de Stranger things están en ella, y este verano va a cambiar sus vidas para siempre. 
El monstruo del Mundo del Revés no se da por vencido y busca un tercer encuentro con la pandilla de Hawkins, aunque todo empezó un 6 de noviembre de 1983. Un pueblecito rural de América del Norte, donde afirman sus habitantes que nunca pasa nada, es el objetivo de un demonio que acecha con trastocar la vida tranquila de la villa. El primer infortunio ocurre con Will Byers, un niño que desaparece sin dejar rastro y sus seres más cercanos se ponen a buscarlo. En la búsqueda se encuentran con Once, una niña con habilidades psíquicas y telepáticas. 
Juegos de mesa, poderes de telequinesia, monstruos mitológicos, conspiraciones y el estilo de los 80 son los elementos clave de esta serie que sube como la espuma. Secuela tras secuela, sigue enganchando tanto al público adolescente, identificado con sus personajes, como al adulto, que se ve reflejado en esos tiempos, y que quiere rememorarlos con un toque moderno. 
Netflix ya tiene en su catálogo la tercera entrega de la saga de los hermanos Matt y Ross Duffer, tan aclamada por la crítica ante sus numerosas referencias al cine de terror clásico y a la personalidad de la década de 1980. Símbolos característicos de Stranger things presentes en cada capítulo, un homenaje a la época y la cultura pop. 
La esencia de una época hecha serie. Todas las piezas de cada episodio están colocadas minuciosamente para engancharse a la historia desde el principio. Los demás ingredientes como la música, los escenarios, la ropa y las relaciones entre los personajes hacen el resto. 
La producción, que se adentra en la vida cotidiana, y no tan corriente, de unos personajes infantiles que se van haciendo mayores. Desde que jugaban a Dragones y Mazmorras en un sótano hasta la primera vez que se enamoran, pasando por las discusiones entre amigos, la llegada al mundo laboral y numerosas batallas sobrenaturales. Esto es solo parte del currículum de personajes como Dustin, Max, Steve o Nancy que crecen enfrentándose todos juntos a sus miedos más trascendentes. 
Pero la historia va más allá. A raíz de una escena post-créditos que deja una intriga impresionante, el público aún no se ha recuperado de la tercera temporada, y ya pide que se estrene la siguiente. Por ello, los Duffer han confirmado de manera determinante que habrá al menos una cuarta temporada. Los creadores del universo de Once y sus amistades también han dado más pistas sobre la entrega venidera, de la que aún no se ha anunciado fecha de estreno concreta, pero se espera que sea a partir del año próximo. 
Como dicen los directores del serial, es un tanto irreal que cada año les pase algo malo al grupo de jóvenes. Así que la historia transgredirá de los límites del pueblo de Indiana en la cuarta temporada. Intentará resolver las incógnitas que ha dejado su predecesora y seguirá entregando esa esencia strange que tanto emociona al público. 

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