Sinopsis oficial
Moderno y monstruoso relato sobre el torturado asistente del vampiro más narcisista de la historia, quien se ve obligado a procurarle víctimas a su amo y hacer todo aquello que este le ordene, por inmoral que sea. Pero ahora, tras siglos de servidumbre, Renfield está listo para descubrir si hay vida lejos de la alargada sombra del Príncipe de las Tinieblas. ¿El problema? Que no sabe cómo romper esa relación de dependencia.
La crítica -
Por Juana Samanes
Si creían que sabían todo sobre relaciones tóxicas, y de dependencia, apunten el título de este film, Renfield, que resucita con bastante sentido del humor a uno de los monstruos del cine: Drácula.
Subtitulan la película "El mal no sería eterno sin un poco de ayuda" y de eso sabe mucho Renfield, el sufrido asistente del temible conde Drácula, que lleva décadas obligado a procurarle víctimas a su amo y hacer todo aquello que éste le ordene, por terrible que sea. Pero, tras años de ser un siervo sin opinión, y sin valor, está decidido a disfrutar de la vida lejos del Príncipe de las Tinieblas. En este trascendental paso influirá una valiente policía que anhela vengar la violenta muerte de su padre a manos de una cruel familia de mafiosos.
De ingeniosa puede catalogarse esta vuelta de tuerca que cuenta una historia de Drácula desde alguien cercano a él, que la narra en primera persona. Esa idea fue la que le sirvió de inspiración al guionista y productor Robert Kirkman, conocido por ser el creador de la exitosa serie televisiva The Walking Dead, de quien partió la idea original de la película que luego ha desarrollado el guionista Ryan Ridley (aclamado por la serie Ghosted). A partir de ahí elaboró una historia donde emergen dos héroes; el asistente que intenta escapar del yugo de ese jefe tan poderoso y cruel, y una valiente policía que no se arredra ni ante el número ni tamaño del adversario. El primero encarnado por Nicholas Hoult, del que muchos tenemos un inolvidable recuerdo por su papel de niño solitario en Un niño grande y la segunda interpretada por la actriz neoyorkina, de ascendencia china y surcoreana, Awkwafina, a la que descubrimos en la excelente Farewell. Ambos se enfrentan al vampiro más narcisista de la Historia, encarnado por Nicolas Cage. Éste ha confesado que buscó inspiración en destacados Dráculas de la Historia del cine, pero su encarnación física en este film recuerda mucho al imponente actor inglés Christopher Lee, que protagonizó las múltiples películas de Drácula producidas por Hammer Films, la productora inglesa, desde el año 1958. De hecho, Renfield es heredera visual de ese tipo de largometrajes con colores tremendamente saturados para reflejar los ambientes oscuros donde vive y se introduce Drácula.
Un apartado importante en este film han sido los efectos visuales y las peleas, tanto en las que se embarca el asistente, que logra una fuerza sobrehumana comiendo todo tipo de bichos, como el propio Drácula, que se ensaña con sus víctimas. Porque este film es exageradamente gore.
De ahí que lo más acertado del argumento sea ese especial enfoque de las relaciones tóxicas que muchas personas establecen en su vida y de las que hay que huir, aunque la otra parte no sea el conde Drácula.