El español Fernando Alonso (McLaren), doble campeón del mundo de Fórmula Uno (2005 y 2006, con Renault), disputó ayer en Abu Dabi su última carrera en la categoría reina del automovilismo, que lo despidió con todos los honores en el circuito de Yas Marina, en espera de que el adiós se quede solo en un ‘hasta luego’.

  «Tenía ganas de disfrutar de cada minuto del día. Creo que ha sido la jornada con más actividad que recuerdo en mi carrera. No he tenido ni un minuto libre y sé que tengo muchos mensajes en el teléfono pendientes para contestar. Al final, tenía ganas de estar solo yo con el coche dando vueltas. Espero que el tiempo me permita digerir todo», apuntó un emocionado piloto asturiano al término de la carrera. 

Una prueba que dejó una imagen para el recuerdo: tras acabar en el undécimo puesto, el ovetense quiso dar una última vuelta de honor para que la afición le pudiera homenajear. Lo que no esperaban los espectadores, ni el propio bicampeón, era tener una escolta de lujo en ese giro de despedida. Lewis Hamilton (Mercedes) y Sebastian Vettel (Ferrari), los más laureados de la parrilla, pusieron sus monoplazas a la altura del McLaren del español en señal de respeto, y le acompañaron por todo el circuito. Además, cuando atravesaron la línea de meta, los tres pilotos hicieron varios ‘donuts’ (trompos deliberados) para deleite del público.

«Ha sido bonito, un detalle que les agradezco, sobre todo porque no lo sabía. Estaba aún en la curva cuando me di cuenta de que se ponían uno a izquierda y otro a derecha; y es algo bonito, un detalle de grandes campeones», indicó el asturiano.

Unido a McLaren. Alonso, nacido hace 37 años en Oviedo, no disputará el Mundial 2019, pero seguirá vinculado a McLaren, escudería en la que pasó las últimas cuatro temporadas para el olvido y en la que el año que viene correrá su compatriota Carlos Sainz, que tras tres cursos en Toro Rosso, completó en Yas Marina su cuarta temporada en la Fórmula Uno, a bordo de un Renault, con un notable sexto puesto.

El pasado viernes, tanto el jefe del equipo de Woking, el estadounidense Zak Brown, como el propio astro español -que indicó que «su puerta siempre está abierta»-, admitieron que éste será una voz más que autorizada en el desarrollo del coche de 2019.

«Estoy muy agradecido por eso y algo sonrojado de todo lo que ha pasado el fin de semana y del cariño recibido. Al público solo puedo decirle que muchas gracias, de todo corazón», subrayó el bicampeón español.