Una empresa construye en Segovia casas modulares

A.M.
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Ubicada en el Polígono de Valverde, con cerca de 50 empleados, actualmente trabaja en el diseño final de los módulos antes de comenzar a producir

Una empresa construye en Segovia casa modulares

La empresa Combox Modular Building, ubicada en una parcela de 10.000 metros cuadrados del polígono de Valverde del Majano, con 3.000 metros cuadrados de naves,  comenzará a fabricar  viviendas modulares, una vez que termine de perfilar el diseño de las piezas que van a integrar este tipo de construcción. Con una previsión de plantilla en torno a 50 trabajadores,  la vivienda podrá salir a su parcela para ser instalada totalmente en el plazo de 15 días, adaptada a las normas urbanísticas vigentes en cada ayuntamiento. Ya cuenta con pedidos tanto de España como de otros países europeos.

Rubén Tapias, uno de los tres socios de la empresa Combox Modular Building opina que este tipo de construcción «no es que sea un boom», pero aclara que se trata de «una construcción más sostenible, limpia y controlada, transportable; las nuevas generaciones van a tender a que se abra mucho más el mercado en este tipo de construcción, no es que desaparezca la tradicional, pero habrá clientes que ya se decidan por este tipo modular». 

Como aspectos a favor, Tapias señala que se encuentran tanto los acabados como la rapidez: «Al final, una casa de 150 metros cuadrados te la pueden colocar en diez días en la parcela, totalmente terminada, desde que llegan los primeros camiones,  alguien que se hace un chalé está un año hasta que se lo entregan, ese es un factor que a la gente le atrae mucho».

Entre las tres empresas que trabajan en torno a Combox cuentan con una plantilla en torno a unas 50 personas que son las que formarán parte del proyecto. Esto le lleva a decir a uno de los empresarios que «hay capacidad de sobra para poder atender la demanda, pero antes debemos desarrollar bien el producto, luego queremos hacerlo en fábrica, especializar a cada uno de los empleados en su proceso, porque somos un grupo que venimos del sector de la construcción desde hace más de 20 años». 

Hablamos de una vivienda modular con base metálica, como una estructura convencional de cualquier construcción y sobre ella es donde se levanta la edificación. Se plantean desde viviendas de un módulo, de 15 a 20 metros cuadrados, a 200 o 250 metros cuadrados. Tapias aclara que, al final, cómo va modularmente, puedes ir añadiendo módulos de 30 metros cuadrados como quiera el cliente». En la actualidad, la empresa ha comenzado a realizar un prototipo y los los diseños de los módulos.  Desarrollan un módulo metálico propio, cumpliendo todas las normativas CE,  de tres metros de alto, tres de ancho y de largo puede oscilar entre tres, seis, nueve y doce metros, pudiéndose acoplar lateralmente y apilables a tres alturas.  El material proviene de chapas de gran formato de doce por tres metros que se se cortan en sus instalaciones con  corte de plasma de alta definición y control numérico.

Combox Modular Building llevaba barajando esta idea desde hace año y medio, pero ha sido a principios de éste cuando han comenzado a trabajar en los diseños, hasta que han conseguido unas instalaciones grandes –los terrenos se compraron en diciembre–, teniendo en cuenta que esta la actividad demanda mucho espacio y buena infraestructura. Desde que han lanzado la idea, según Tapias, les han llegado ya «multitud de peticiones, podemos tener encima de la mesa más de 20 propuestas de viviendas, al estar desarrollando el módulo, hasta que no tengamos diseñado al 100%, no nos hemos lanzado a ofrecer algunas».  Incluso hay personas que plantean proyectos para Francia y Alemania que y cuentan con el diseño que se trabaja en Segovia.  Ya han realizado una casa de 60 metros cuadrados para mostrarla en una feria de construcción en Ibiza, a finales de junio, sobre la primera idea que se plantearon. 

En opinión de Rubén Tapias, «cuando alguien habla de un edificio modular, la gente tiende a pensar en algo barato, a lo que vamos con esta construcción no es que sea algo económico o para ponerlo en una finca de fin de semana, que también,  sino a una vivienda que va a cumplir con el código técnico, con los coeficientes de aislamientos acústicos, igual que una construcción convencional,  creemos que controlamos el proceso constructivo lo que nos da más garantías, al cliente le da más rapidez en la ejecución». 

En la actualidad, añade este promotor, «se pierde mucho tiempo en los oficios, en ir y volver a las obras, es dinero, todo eso es lo que se ahorra el dinero, lo solventamos cuando estamos construyendo en una fábrica, tenemos los tiempos de construcción por horas, no por metros cuadrados; para una vivienda de 80 metros cuadrados sacaremos el tiempo por horas, es lo que te hace que sea más económico que una vivienda convencional pero sin bajar la calidad». Hasta no iniciar los procesos de forma definitiva, la empresa no avanza precios de una vivienda.  

Combox Modular Building comenzó al principio trabajando con contenedores marítimos –actualmente con una gran oferta por la cantidad de envíos que llegaron desde China en la pandemia– pero, en opinión de Tapias, «nos dimos cuenta de que nos limitaban, si queremos formar grandes espacios para un salón, se demandan zonas diáfanas, grandes ventanales, además no sabemos ni las condiciones en la que viene el contenedor, ni qué tipo de transporte ha hecho anteriormente, lo que nos obliga a un trabajo muy importante para amoldarlo a vivienda, y cuando se quiere comercializar con una serie de garantías que hay que ofrecer al cliente final nos ocasionaba muchos problemas a la hora de ensamblar uno con otro, por eso decidimos diseñar nuestro producto, que es la fase en la que estamos ahora».  

En la empresa disponen de todo tipo de maquinaria para la parte de estructura metálica, de la que se encarga Tapias, con la que tiene experiencia, como mesas de plasma, cintas de corte o equipos de soldadura. Para los oficios que rematan  la vivienda cuentan con colaboradores como electricistas, fontaneros o instaladores de pladur.  La oficina técnica, de la que se encargan la otra parte de los socios,  que lleva a cabo la gestión de obras, está integrada por ingenieros, decoradores y calculistas.