«Ya está en la pomada». El entrenador de Águeda Muñoz Marqués, Arturo Martín Tagarro, resume la espectacular progresión de la atleta segoviana, confirmada este pasado lunes con su victoria en el 1.500 del prestiogioso Meeting de Catalunya. Una cita que la ha situado con muchas opciones de estar en el próximo Europeo en pista cubierta. La promesa se ha convertido en realidad del atletismo femenino español gracias a una combinación de capacidad de sacrificio y aprendizaje y carácter competitivo.
Tres de las cualidades que adornan a una mediofondista que ha destacado en todas las categorías desde niña y que parece estar superando el desafío de dar el salto al deporte adulto. «Desde que empezó conmigo de júnior hemos incrementado los volúmenes y de momento lo ha tolerado muy bien», explica su entrenador, para quien su explosión no ha significado una sorpresa: «El año pasado fue bastante difícil para todos con la pandemia y a lo mejor no se vio reflejado todo lo que había trabajado, pero ya mejoró sus marcas de 800 y 1.500, fue campeona de España sub-23, cuarta en el absoluto… En este se está viendo un poco más reflejado porque alguna competición más o porque sigue esa progresión. Ha ido cubriendo sus etapas y tiene un futuro esperanzador siempre que las lesiones nos respeten y estemos en condiciones de que siga su evolución atlética».
Aunque también ha brillado en el 800, en el 3.000 o en el cross, su lugar es el 1.500 al menos de momento. «Está en un nivel alto. Nos falta quizás un escaloncito para estar con las dos o tres punteras de España, que tienen bastamtes más años que ella pero está avanzando progresivamente y en cuanto pueda las intentará plantar cara si es que puede llegar al nivel de algunas de ellas, que es muy alto. Pero ya está entre las cinco primeras mediofondistas españolas», apunta Martín Tagarro, testigo de una evolución que se ha producido a todos los niveles: «Lo bueno que hemos tenido estos años es la continuidad, que no hemos tenido lesiones, que ha ido madurando deportiva y personalmente… Eso se nota. Tiene una mayor confianza, una mayor capacidad de entrenamiento…».
Su preparación se reparte entre Segovia y Madrid, donde también estudia Logopedia. «Cuando esto [la pandemia] se puso peor, preferimos que estuviera en casa más tranquila y con menos contactos. Como no tenía que venir a la universidad, lo vamos apañando», desvela su entrenador. E incluso encuentran ventajas con este programa de entrenamientos a distancia. «Me gusta verla siempre, pero tampoco pasa nada una semana o dos. Estamos evitando un posible contagio que nos haga perdernos algún campeonato, y en Segovia la tratan fenomenal y tiene todo a su disposición. Además, cuando tuvimos el problema de Filomena y casi no podíamos correr, en Segovia se podía entrenar bien porque casi no nevó».
Los obstáculos van cayendo al paso de Águeda, que mezcla bien las diferentes facetas que definen a un deportista. «Es muy buena competidora», remarca Martín Tagarro. «Siempre afronta la competición con muchas ganas a pesar de que es muy inquieta y muy nerviosa. Siempre tiene el optimismo de que va a hacerlo bien. Pero también es muy buena trabajadora. Entrenando no es de las que se arruga o pone pegas. Sabe lo que hay que hacer y, aunque haya cosas que no le gustan, siempre está predispuesta al entrenamiento y a hacerlo bien».
Su renuncia a participar este fin de semana en el campeonato de España sub-23 enfoca todas sus metas ahora al nacional absoluto en pista cubierta, previsto en Madrid del 19 al 21 de este mes. «En Barcelona hizo la mínima que pide la Federación para el campeonato de Europa absoluto y tiene opciones de poder ir. Por edad, pues está ahí luchando, pero una vez que se acaban las categorías sub-20 o sub-23 ya estás en la categoría absoluta y ahí es duro mantenerse a un alto nivel y seguir trabajando con el nivel ded mediofondistas que tenemos, que es altísimo», avisa también su entrenador.