«Los datos indican que estamos en la segunda oleada"

A.M.
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Licenciado en Veterinaria por la Universidad Complutense de Madrid, además de diplomado en Sanidad, inicio sucarrera profesional en Bernuy, en 1985, y ha pasado por diversos de la Administración vinculados con la salud pública.

«Los datos indican que estamos en la segunda oleada"

El jefe del Servicio Territorial de Sanidad, César Montarelo, natural de Bercimuel (Segovia) de 62 años,  señala en esta entrevista que «estamos en una segunda oleada de COVID-19 porque las cifras tienen un incremento constante y aún no sabemos cuándo vamos a poder aplanar la curva», pese a que se esperaba que esta circunstancia se produjera en octubre,  aunque aclara que, aún teniendo el mismo número de casos, «no estamos igual que en el mes de marzo o abril».     

¿En qué situación nos encontramos, todo hace pronosticar que se nos presentan momentos difíciles?

Los datos nos indican que estamos en la segunda oleada, que se pronosticaba que iba a venir más tarde, en septiembre u octubre, pero se ha presentado a finales de agosto. En contra de lo que ocurrió al principio de la pandemia, en Segovia no hemos sido los primeros en tener unos números importantes [de contagiados] sino que el incremento de casos se ha retrasado más pero, ahora mismo, hemos detectado un buen número de enfermos que hay que seguir de cerca. Esto no solo pasa en España sino también en media Europa, por lo que podemos decir que estamos en una segunda oleada porque las cifras tienen un incremento constante y aún no sabemos cuándo vamos a poder aplanar la curva.     

 ¿A qué hay que achacar esta situación, si lo que se pensaba es que podría aparecer más tarde?

El confinamiento fue una medida drástica que consiguió la paralización de los contagios, estaba previsto que cuando terminara iba a haber un incremento de casos que es lo que se está produciendo. Ahora intentamos contener el número de casos para que se sigan detectando casos asintomáticos y no haya una transmisión comunitaria, que aún no existe en la provincia, aunque cada semana duplicamos los casos de la semana anterior, estamos otra vez en la famosa Ro [número de reproducción] por encima de uno que queríamos evitar. La semana pasada hubo 250 casos, el 58% eran asintomáticos, no hay transmisión comunitaria porque se sabe el origen de los casos, hasta que no se baja del 40-50%. Ahora, en julio el número de asintomáticos era del 70%.   

¿Cuáles son los casos significativos en la forma de producirse los contagios?  

En Segovia hay declarados nueve brotes activos con personas que han dado positivo, en un periodo de catorce días,  hay uno de tipo laboral y los demás casi todos son familiares y sociales, hay alguno en residencias sociosanitarias, pero es que ahí un solo caso ya lo consideramos brotes a la hora de tomar medidas. La distribución en Segovia es al revés que cuando comenzó la pandemia, donde la capital, El Espinar y La Granja eran las más afectadas, pero ahora donde hemos visto más brotes han sido en pueblos pequeños de otras zonas básicas debido a que han duplicado o triplicado su población y, posiblemente, la capital tenga menos habitantes que en junio o julio.  La movilidad influye en la transmisión.  

¿Se podrá enviar a los niños en unas condiciones de seguridad óptimas?

Es necesario que los niños vayan al colegio, se está trabajando en los protocolos, de hecho ya existía uno por parte de Educación y Sanidad con planes de contingencia, aunque se elaboró en el mes de julio, y ahora se está revisando siendo más estrictos en las medidas, para tratar de evitar posibles contagios. La seguridad es el primer objetivo de las medidas de coordinación y contar con protocolos rápidos para que, cuando se detecte un caso, se tome una decisión que no tiene que ser siempre la de confinamiento y cuarentana de toda la clase, va a depender de un estudio epidemiológico de los casos positivos.  En las clases de primaria sí parece que se va a decidir tener en cuarentena a toda una clase en el momento que haya un positivo porque los niños van a estar sin mascarilla y es más difícil controlar sus contactos. 

Actualmente se desarrolla el seguimiento y control de los contagiados índices y de sus contactos,  ¿está satisfecho con el trabajo de los responsables que lo llevan a cabo desde la atención primaria?

Ahora mismo se busca la detección inmediata de los casos positivos y el estudio de contacto, eso es gracias a los responsables de seguimiento (RESE),  que están en primera línea,  pero también intervienen los epidemiólogos, que tienen que evaluar la información y hacer propuestas [de confinamiento], como las que se han realizado en Cantalejo y Carrascal, y no hay que olvidar la implicación de los servicios de prevención, que tienen que estudiar el ámbito laboral, y los propios empresarios que tienen su mérito a la hora de tomar las medidas oportunas.  Es importante que se sepa que, por mucho que se diagnostiquen asintomáticos,  si las personas no son responsables y burlan la cuarentena o el aislamiento, no hemos conseguido nada. La mayor parte de los contagios se producen por la relajación de las medidas.     

¿En su condición de autoridades sanitarias tienen instrumentos legales para hacer cumplir las medidas que establecen?

Cuando ha habido necesidad de localizar a una persona o notificar un aislamiento hemos recurrido a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y nos han prestado su total colaboración, hay protocolos establecidos para que esto sea así pero no ha sido casi necesario acudir a ellos. 

En algunos casos se acumula el trabajo,  los RESE prolongan sus jornadas, incluso les refuerzan desde otras áreas con menos casos,  hablaban de 40 y no alcanzan apenas la mitad, ¿hay suficientes rastreadores? 

Ahora hay una sobrecarga de trabajo muy importante lo que, a veces, lleva retrasos en la comunicación y en la adopción de decisiónes. Se van a contratar más RESE para solucionarlo. El primer objetivo de la estrategia del Ministerio de Sanidad se basa en la vigilancia epidemiológica, en la detección inmediata de los casos confirmados, en la cuarentena de los contactos estrechos y en la capacidad que puedan tener las comunidades autónomas de realizar ese trabajo.  

¿Debemos preocuparnos, a la vista del mapa de zonas básicas de salud con gran parte de la provincia en naranja, Segovia Rural en amarillo y el Real Sitio de San Ildefonso en verde, aparte de la roja de Cantalejo,  ¿cree que vamos a llegar a una situación incontrolable?

Nuestra intención es que no, a base de las medidas de confinamiento que se han establecido en Cantalejo y Carrascal,  para intentar regular la movilidad y las relaciones sociales con el fin de que no lleguemos a unas cifras como al principio de la pandemia. Es importante decir que no estamos igual que en marzo o abril, para nada,  podemos tener el mismo número de casos, pero los de ahora no son como entonces cuando el porcentaje de asintomáticos era de un 20% escasamente. En esta última semana la edad media es de 42 años, hay mucha gente joven que no va a tener los problemas de pacientes de entonces;  las residencias aplican medidas para intentar evitar que vuelva a entrar el virus, no estamos igual, pero hay que ser realista: el virus está  en toda nuestra provincia. No estamos igual, insisto, no podemos transmitir ese mensaje. Hacemos más muestras que en aquella época y el tanto por ciento de positividad ha ido bajando, de un 60 a un 10%, con semanas de un 3-4%.      

El confinamiento es una disposición muy dura, no solo económica sino psicológica, ¿qué medidas se podrán llegar a adoptar?

Se trata de ir más a confinamientos parciales, locales, reducir la movilidad, hay comunidades que ya han prohibido las reuniones de más de diez personas... Creemos que cuando pasen estos días de verano mejoren las cifras porque vayamos a una época menos dinámica. Hay que ir estudiando los datos semana a semana y ver qué medidas se pueden tomar, hay bastante recorrido antes del confinamiento como el que tuvimos, que es una medida extrema y que hay que intentar no tener que llegar a ella porque tiene muchos efectos colaterales. 

¿Nos debemos preparar para un otoño y un invierno crudo, incluida la campaña de la gripe?

Nos tememos que pase eso, aunque el uso de la mascarilla y el distanciamiento social está haciendo que disminuyan otras enfermedades de tipo respiratorio que son las que nos preocupan por la similitud con la neumonía por coronavirus. Hay que intentar que hayamos controlado esta oleada, que tengamos un periodo con cifras de contagio muy bajas y podamos mantenerlo mientras llega la vacuna.    

¿Dispondremos de medios suficientes para afrontar la situación, ha cambiado respecto a marzo o abril?

El sistema sanitario está mejor preparado, se conocen mejor los tratamientos y todo esto nos tiene que transmitir que estamos en una situación complicada pero que intentamos controlarlo para que no se produzca la situación.  Se están habilitando UCI,s , no habrá problema de material de autoprotección... 

Incluso en Valladolid el antiguo hospital Río Hortega se ha habilitado para recibir, entre otros, a pacientes segovianos, si fuera necesario...

Si llegáramos a una situación compleja hay mecanismos de colaboración con otras provincias de la Comunidad, incluso de otras autonomías, que, a lo mejor, entonces no se utilizaron.  Toda la experiencia sirve para reclamar estos recursos.    

¿El teletrabajo o las vacaciones estudiantiles han reducido los contagios vinculados a la proximidad con Madrid?

Si comparamos con Barcelona y otras zonas turísticas, Madrid no ha comenzado tan pronto porque la gente ha salido de la ciudad a su segunda residencia, aquí la han venido a los pueblos, pero la movilidad entre Madrid y Segovia va a influir en la transmisión de la enfermedad, incrementa el número de contactos.     

¿Cree necesario que se haga la prueba a toda la población?

No, el Ministerio de Sanidad desaconseja el uso masivo de las pruebas moleculares, aunque puede estar indicado epidemiológicamente por estudio de brotes o de determinadas poblaciones de riesgo. Todos los recursos tienen que ir a investigar los brotes y los contactos, además solo van a dar información puntual de ese día y tiene el inconveniente de que quien tenga PCR negativo pueden pensar que no tienen riesgo, y no es así...  Una PCR negativa hoy no te asegura que mañana puedas contraer la enfermedad.   Tienen que ser criterios epidemiológicos y selectivos, aquí ha habido días que se han hecho hasta mil pruebas de detección molecular y no hay problema de que falten reactivos, las muestras se han seguido haciendo con normalidad.