El pasado miércoles el párroco de Riaza, Florentino Vaquerizo, se percató de la desaparición de dos piezas del siglo XVI de madera policromada que custodiaban el sagrario de la misma época. Unas imágenes, de San Pedro y San Pablo, que estaban en el altar hasta de la Parroquia de Nuestra Señora del Manto. En declaraciones a La 8 de Segovia, el párroco ha señalado que "tenemos la buena costumbre de tener el templo abierto prácticamente todos los días y la gente puede entrar a rezar. Por lo que vemos unos a rezar y otros a otras cosas", lamenta.

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Fue el propio Vaquerizo el que colgó la publicación esta semana alertando de la desaparición y con el objetivo de que no tengan salida en el mercado negro al demostrarse que son robadas. "Dios quiera que puedan volver de nuevo a su lugar. Padre, perdónalo porque no saben lo que hacen", subraya Vaquerizo, que reconoce otros pequeños robos en la zona, pero de menor valor que estas dos tallas que tienen una altura de unos 40 centímetros.