A juicio por tener un arma de guerra en Zarzuela del Monte

Nacho Sáez
-

La Fiscalía solicita doce años de prisión para un hombre de 50 años por presunta tenencia ilícita de armas y tráfico de drogas. El juicio tenía que celebrarse hoy, pero se ha suspendido.

Fachada del Palacio de Justicia de Segovia. - Foto: Alberto Benavente Ical

La Audiencia Provincial de Segovia ha suspendido el juicio que se tenía que celebrar esta mañana contra un hombre de 50 años acusado de tenencia ilícita de armas y tráfico de drogas. El tribunal ha aplazado la vista oral al próximo 15 de octubre a las 10:00 horas, tras aceptar la solicitud de la abogada de la defensa, que alegaba que no había tenido acceso a las actuaciones.

Estas se iniciaron el 23 de mayo de 2017, cuando la Guardia Civil acudió a la vivienda de una vecina de Zarzuela del Monte que el día anterior había denunciado a A. R. S. por presuntos malos tratos habituales. La mujer entregó a los agentes fusiles y artículos para la práctica del 'airsoft' -una actividad en la que se utilizan armas deportivas- y una serie de armas prohibidas que eran propiedad del acusado, según el escrito de conclusiones provisionales de la Fiscalía.

Entre ellas se encontraban dos defensas eléctricas -una de 24,5 centímetros de largo-, un spray de defensa personal cuya tenencia, venta y uso está prohibido, tres defensas extensibles metálicas de 46 centímetros de largo, otra de goma de 70 centímetros recubierta de cuero, un puñal de hoja de dos filos de 11,5 centímetros y una extensión total de 23 centímetros y casi 300 cartuchos metálicos de varios calibres.

A ese arsenal hay que sumar otros 200 cartuchos que la expareja de A. R. S. entregó el día anterior tras denunciarle por supuesta violencia de género. Además, el propio acusado depositó voluntariamente -"previo contacto y requerimiento por parte de la Guardia Civil", según subraya el Ministerio Público- una pistola marca 'Star' modelo militar, del calibre 9 mm de largo que está calificada como arma de guerra. Esta se encontraba preparada para el disparo automático (en ráfagas, como una ametralladora), algo que está prohibido por su peligrosidad.

En un posterior registro de su vivienda, los agentes hallaron también dos plantas de cannabis, un tubo verde con marihuana picada, una báscula de pesaje de precisión, cuatro 'walkie talkies', seis teléfonos móviles y un ordenador portátil. Las plantas tenían un peso de 43 y 74 gramos, respectivamente, -y una riqueza del cinco y diez por ciento-, y A. R. S. las poseía "para su venta a terceras personas". Así lo indica en sus conclusiones la fiscal Virginia Hidalgo, que ha solicitado ocho años de prisión por el delito de depósito de arma de guerra, dos por tenencia de armas prohibidas y otros dos por tráfico de drogas. Los supuestos malos tratos a su expareja se han investigado en otro procedimiento.