El desafío de la Atención Primaria rural

D.S.
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Los pueblos multiplican cada verano la población con unas infraestructuras y dotaciones en personal que se muestran insuficientes, con el agravante este año de la crisis sanitaria

Las doctoras De la Infanta y Concepción Manrique - Foto: D.S

El Colegio de Médicos de Segovia ha difundido hoy este informe en el que se incluyen declaraciones de las doctoras que trabajan en el medio rural Marina de la Infanta y Concepción Manrique, que forman parte de la junta directiva de la organización colegial:

Con la reactivación de la actividad económica se plantean nuevos retos, como son los de atajar los inevitables brotes que la covid-19 produce, debido a la propagación de una enfermedad que depende en gran medida de dos factores como son la movilidad social y las medidas higiénico-sanitarias. La llegada del verano ha supuesto una reorientación del peso demográfico en la provincia hacia los entornos rurales, con una mayor densidad de población en los pueblos, que en algunos casos pueden llegar a quintuplicar la población que sostienen en la época invernal. Nuestros pueblos acogen ahora un repunte coyuntural, pero muy significativo de personas: Vecinos que retornan a sus lugares de origen, ciudadanos que acuden a las segundas residencias o simplemente turistas buscando unos días de vacaciones y descanso.

Si esta situación supone de por sí un reto en cuanto a satisfacer necesidades, servicios y demanda, en este verano de 2020 se debe sumar un detalle no menor, como es el de las indicaciones dadas desde la Consejería de Sanidad para que buena parte de la profesión médica utilice las vacaciones en este período estival. Para terminar de complicar el puzle sanitario, la pandemia motivó la recomendación de cerrar muchos de los consultorios médicos rurales, para concentrar la presencia médica en Centros de Salud y algunos consultorios, que se muestran mejor dotados y equipados.

Como está demostrando la experiencia reciente, la Atención Primaria es clave para lograr estabilizar cualquier foco de contagio y evitar la llegada de una nueva oleada masiva de casos. El aumento de vecinos choca con unas infraestructuras que no están ideadas para atender picos tan elevados y concentrados de servicio, así como para resolver el problema de la orientación de pacientes en dos circuitos, permitiendo siempre uno limpio de covid-19, tal y como exigen los protocolos de este coronavirus.

Una de las claves es la ausencia de profesionales, cuyo origen en buena medida está en el poco atractivo que encuentran los médicos jóvenes en el mundo rural, debido a la falta de estímulos laborales para desempeñar sus funciones en centros alejados de las grandes y tecnológicas urbes. “De los MIR que han estado en Segovia, menos de la mitad se han quedado en Castilla y León, ya que la mayoría se van a otras comunidades”, reflexiona Concepción Manrique, Médica de Atención Primaria en el Centro de Salud de Carbonero y secretaria del Colegio de Médicos.  En su opinión, en la política sanitaria se da una paradoja que no responde a la realidad demográfica de esta época, pues “ahora en verano se potencian las sustituciones en el medio urbano, que está menos necesitado porque la gente se va de la capital a los pueblos, pero es en ese medio urbano donde se potencian las sustituciones y no en los pueblos, que son los que acumulan más gente y grupos más envejecidos, con barreras como la actual atención telefónica”, explica Manrique, quien vaticina que la falta de personal llevará a que en determinados días “se tenga que cerrar el Centro y dejar sólo las urgencias, por falta de personal” estas semanas de calor.

Palabras y reflexiones que llegan del día a día de una doctora que realiza su labor en contacto habitual con unos vecinos a los que ve, conoce y sigue en su evolución y tratamientos. Una trayectoria que comparte Marina de la Infanta, vicepresidenta del Colegio de Médicos y que desempeña su función en la Atención Primaria y en mismo Centro de Salud de Carbonero. Percibe un problema larvado de los últimos años, con condicionantes agravados en este 2020: “Todos los veranos estamos con los recursos limitados, pero además este año nos encontramos con consultorios cerrados, por lo que no podemos pasar las consultas de forma regular. La atención es mayoritariamente telefónica y eso complica la labor a todos, a los pacientes y a nosotros, porque nos gusta desempeñar nuestro trabajo de forma presencial y no contamos con gente ni tiempo suficiente para llevar la mejor labor”, relata.

El filtro telefónico sería una buena herramienta, siempre y cuando se dispusiera del número de profesionales adecuado, así como con los medios físicos y telemáticos que se requieren para dar un servicio correcto porque “no tratamos con consumidores, ni con clientes, ni siquiera con pacientes, pues nuestro trato es hacia personas, con nombres, apellidos e historias detrás”, insisten desde la profesión.

Son conscientes de las dificultades para dar soluciones óptimas en poco tiempo a realidades complejas, por lo que no buscan culpables, sino que hacen un llamamiento a la responsabilidad y a la empatía, para tratar de buscar posturas en común. “Porque cuando una persona se cansa de llamar para pedir cita previa y no le cogen el teléfono o no le resuelven la duda, al final, o llaman al teléfono de la Centro o se presentan allí y no puedes decir nada, porque lo hacen porque ya están hartos de no recibir respuestas”, relata Manrique. 

Los profesionales arman las jornadas con la dificultad de organizar sus agendas, repletas de llamadas para regular las citas previas y el seguimiento de pacientes, sin olvidar la propia labor de diagnóstico presencial tanto en los centros y consultorios como en las visitas a domicilio. Dificultades en los contenidos y barreras en los continentes, pues trabajan en unos locales que no siempre permiten la bifurcación que se precisa para evitar el cruce de los enfermos de covid 19 con el resto, como explica Marina de la Infanta: “Si hay que ver al paciente, el teléfono no siempre ayuda, porque hay que contactar con el paciente, llamando varias veces, que te coja el teléfono y citarle con hora y orden para no hacer coincidir gente en los centros”, explica la doctora, recordando que ahora los pacientes están esperando a menudo en el exterior, pero, “cuando sea invierno, no sé cómo lo vamos a hacer”.

Difícil panorama el que perfila una provincia como Segovia, que cuenta con 208 pueblos, con poca población en general y además dispersa y envejecida. Cada alcalde defiende contar con Centro de Salud, Consultorio o visitas permanentes, vigilando que no se les discrimine por el hecho de vivir alejados de las grandes ciudades, cuando pagan los mismos impuestos. “Segovia tiene 344 médicos por 100.000 habitantes, la ratio más baja de Castilla y León, lo que resultad difícilmente sostenible y dificulta dar un servicio adecuado, sobre todo en estas épocas del año, si no se ponen rápidamente decisiones encima de la mesa, con propuestas imaginativas y consensos alejados de las politizaciones que no llevan a ningún sitio”, recuerda Enrique Guilabert, presidente del Colegio Oficial de Médicos de Segovia.

 

Buenas comunicaciones     

Una palabra que aparece en boca de todos los profesionales es el de mejorar las comunicaciones. En toda su extensión. Comunicaciones de fibra óptica para transmisión de datos y telefónicas para facilitar la cita previa y encauzar con éxito todo el proceso administrativo de captación de información y traslado de expedientes entre dependencias y profesionales de SACYL.

La mejora en las comunicaciones también debería afectar al ámbito terrestre de la movilidad entre ciudadanos y centros de salud. Desde el Colegio de Médicos se insiste en que resultaría de mucha eficacia disponer de una red de transporte sanitario accesible, eficaz y seguro en nuestros pueblos, que permita trasladar a los pacientes de sus domicilios a los centros de salud.

El cierre de los consultorios ha sido un aspecto polémico, del que los profesionales se desmarcan en el sentido de una apuesta indiscriminada hacia su reapertura o cierre. “Debemos ser conscientes de que no se pueden abrir todos los consultorios, pues muchos no están preparados ni técnica ni personalmente para ver pacientes y diagnosticar enfermedades de forma segura, dadas las actuales circunstancias”, dicen los médicos, que apuestan por abrir aquellos consultorios que permitan todas las garantías para los profesionales y para los pacientes. Dada la realidad económico-demográfica creen que la solución más sostenible es la de “agrupar los servicios sanitarios en determinados consultorios. Los alcaldes deberían mirar el problema desde un punto de vista realista, el futuro demográfico de los médicos es inevitable. La presencia del médico no impide que la gente se vaya, el problema de la despoblación es muy complejo, pero depende fundamentalmente de que se asiente población gracias al empleo. Cuando hay actividad económica, después llegan las Escuelas, los médicos, los servicios, etc.”, concluye el presidente de los médicos segovianos.