Rafael Monje

DE SIETE EN SIETE

Rafael Monje

Periodista


Ayuso, Feijóo y Mañueco

24/11/2021

Creo que fue el estratega militar chino Sun Tzu quien dijo, hace unos 2.500 años, que 'lo supremo en el arte de la guerra consiste en someter al enemigo sin darle batalla', sentencia que me sirve para describir la actitud discreta del Partido Socialista, que no dice ni pío ante el guirigay interno que exhibe desde hace un tiempo el Partido Popular.

Me asombra que, justo cuando las encuestas parecen ratificar un desgaste del PSOE y la progresiva reconstrucción de un PP que no se encontraba a sí mismo, los populares decidan dinamitar su propia tendencia al éxito con una serie de majaderías proferidas desde las más diversas instancias. Las más llamativas tienen como protagonistas a Casado, a Egea y a Ayuso.

Pablo Casado se enfrenta a un futuro a medio plazo de lo más atractivo, porque debe ir al casino para apostar a la ruleta y asumir el doble o nada. Si gana las Generales, punto en boca, pero si pierde, Isabel está ahí, aguardando.

La presidenta de la Comunidad de Madrid ha superado bien las duras pruebas de los últimos dos años, ha adelantado unas elecciones para ganarlas con holgura y ha logrado que su jefe supremo ni la nombre cuando los periodistas le pinchan, aunque erró con el consejito maternal, en aras de la libertad, dirigido a Juanma Moreno durante el Congreso del PP en Andalucía.

Y, ojo, que otros presidentes autonómicos también sitúan sus piezas de forma ventajosa en el tablero político nacional. Alberto Núñez Feijóo tiene su lanzadera preparada desde hace años, justo desde que sus propias huestes desactivaron sus intenciones de avanzar hacia la Presidencia.

Y tampoco olvidemos a Alfonso Fernández Mañueco, otro valor al alza, a quien no vienen mal las aspiraciones de Ayuso, quien sin pretenderlo podría allanar el camino en esa especie de inopinado sprint hacia la calle Génova.

De todas formas, como los populares no dejen de enzarzarse entre ellos, tendrán la oportunidad de ver reír a Pedro Sánchez, como se reía Felipe González de Hernández Mancha a finales de la década de 1980. Ni veo, por cierto, a Sánchez moviendo ficha anticipadamente cuando en año y medio podrá asumir la Presidencia europea, otra palanca nada baladí.