La tradición de los fetosines en Segovia

D.S.
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La Diputación presenta la publicación de la beca de investigación de Irene Merino, centrada en el análisis de la costumbre desde una vertiente jurídico-antropológica

Irene Merino - Foto: D.S

Con el vicepresidente de la Diputación y titular de Cultura, Juventud y Deportes, José María Bravo, como maestro de ceremonias, la institución provincial daba a conocer esta tarde, una vez más en formato virtual, el libro ‘El estudio de la costumbre desde una vertiente jurídico-antropológica. Análisis de la tradicionalidad y pervivencia de determinadas tradiciones segovianas’, la publicación del resultado de la beca de investigación de la joven Irene Merino.

Tutorizado por Luis Díaz Viana, quien considera que “la autora aceptó como un verdadero desafío valerse de la combinación de dos disciplinas que parecen evitar encontrarse, para profundizar en las razones de la aparición y pervivencia de la costumbre”, el trabajo parte de una línea histórica desde los orígenes de la costumbre en Castilla y León, traza las líneas comunes entre la Antropología y el Derecho y concluye en el análisis del trabajo de campo. Para este último, la autora, becada en 2015 por el Instituto de la Cultura Tradicional Manuel González Herrero, eligió el municipio de Mozoncillo y sus fetosines.

El origen, las características, el funcionamiento y el presente de esta forma tradicional agrícola y de explotación comunal del terreno productivo que aún se mantiene viva en otros municipios de la provincia como Escalona del Prado, Escarabajosa de Cabezas, Bernuy de Porreros o Turégano, entre otros, centra la parte final de un libro de 176 páginas que, a juicio de Luis Díaz Viana, “profundiza, desde un enfoque inédito, en unos asuntos que no habían sido enfrentados en toda su dimensión teórica, ni contemplados en unos aspectos jurídicos y antropológicos importantísimos para comprender el devenir y la realidad de la sociedad segoviana”.

Para José María Bravo, la becada permite, a través de su investigación, “ver las costumbres desde un prisma totalmente diferente a los habituales”, para lo que, como explicaba su tutor en la presentación de la publicación, comienza su libro dedicando un “loable esfuerzo al necesario posicionamiento teórico y terminológico", para completarlo posteriormente con un trabajo de campo que, no sólo es necesario para la investigación, sino que también aporta una visión más atractiva a la publicación.

Durante su investigación, Irene Merino consultó archivos, monografías, artículos doctrinales y recurrió a la técnica de la metodología comparativa para observar las similitudes y diferencias entre las costumbres segovianas y las forasteras. Todo ello, tal y como reconocía esta tarde la Doctora en Derecho, fue “fundamental” para la conclusión de su tesis doctoral y le supuso “una gran oportunidad” para iniciarse en el campo de la investigación y conocer la realidad antropológica de la provincia.