Un duelo de titanes

SPC
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La calidad de los participantes encarece el triunfo en una de las pruebas más espectaculares de la campaña

Un duelo de titanes

Cuando Oriol Gómez, uno de los promotores de esta prueba ahora ya consolidada en el calendario del trail running nacional, dio el 13 de agosto de 2018 el pistoletazo de salida a la carrera de la décima edición de la Subida al Pico de Navas, pocos imaginaban que iban a presenciar una auténtica exhibición de fuerza, rapidez y potencia. Desde los primeros metros, el joven Hamid Ben Daoud impuso un ritmo vertiginoso, a pesar de no haber participado nunca antes en la prueba, que le llevó a cubrir en solitario gran parte de los 3.600 metros que conforman el recorrido. Bueno, en solitario no, ya que fue jaleado por la multitud de gente que, como ya es tradición, acompañó a los competidores por las calles aledañas al recorrido y en las distintas vertientes de la ascensión. 

Por supuesto, el hispanomarroquí fue también el primero en tocar la cruz de madera que preside la cota más alta del Parque Natural de Río Lobos y que es el gran emblema de la competición. Así, Hamid Ben Daoud pulverizó, además, el récord histórico de la Subida, dejándolo en 17,49, un minuto y 20 segundos menos que el registro que estaba en manos de Raúl Cámara. 

 

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Un año después, el atleta de talla internacional intentará repetir la hazaña, pero no lo tendrá fácil. Y es que la XI Subida al Pico de Navas destaca por un plantel de lujo, sobre todo en categoría masculina, que promete convertir la carrera en un espectáculo, más allá de que su recorrido ya lo sea por sí mismo. Y es que, además del recordman de la competición, la organización espera contar con otros dos atletas que ya saben lo que es pisar lo más alto del podio. Uno de ellos es, precisamente, quien ostentaba la anterior marca destacada, el burgalés Raúl Cámara que quiere volver a recuperar el trono perdido, puesto que se ha proclamado rey de esta cita en seis ocasiones (2010, 2011, 2012, 2013, 2015 y 2016). También ha probado las mieles del éxito de esta prueba única Víctor Illera, que se alzó con el triunfo en 2017 y sueña con repetir la victoria. Acostumbrado a las carreras de orientación, donde es una estrella mundial, Eduardo Gil buscará dar la sorpresa.

Pero más allá del triunfo, que parece reservado para un puñadito de elegidos que se repartirán los 1.300 euros en premios de las categorías masculinas y femeninas, la prueba, que este año se celebra en beneficio de la Asociación Española Contra el Cáncer, está abierta a todos los aficionados al running que quieran vivir una experiencia diferente, pues ninguna carrera del calendario nacional tiene las características de la que cada 13 de agosto acoge las calles de Navas del Pinar. Una localidad burgalesa que se engalana para acoger, como aperitivo de sus fiestas patronales, a decenas de valientes que miran de soslayo a esa cruz que, desde sus 1.351 metros, contempla la aventura. 

Por eso, hasta el 6 de agosto, cualquier corredor que quiera puede apuntarse de manera anticipada en la página web del municipio. En caso de quedar plazas vacantes, también en la misma jornada de la carrera se abrirán las inscripciones en la propia localidad.

 

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Además, como ya se hizo en la décima edición, celebrada el pasado año, para aquellos que quieran conocer el entorno natural de la carrera sin la presión de la competición, dos días antes, el domingo 11, se ha organizado una ruta senderista de siete kilómetros y medio que culminará con una paellada popular. Asimismo, y como en ocasiones anteriores, el prólogo de la prueba del día 13 lo escribirán los niños de todas las edades -existen varias categorías-, que se pueden inscribir también en la web del municipio de manera anticipada o el mismo día de la competición. Quizá alguno de esos pequeños, dentro de no muchos años, pueda repetir o superar la hazaña de Hamid Ben Daoud.

 

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