Está cansada y con una mezcla de incertidumbre, estrés y miedo. Cristina de Andrés, jugadora del Unami de fútbol sala, trabaja como enfermera en el hospital Clínico San Carlos de Madrid, donde «todo está lleno de enfermos por coronavirus», según cuenta ella misma. Por eso, solicita a la población que «nos ayudemos entre todos y hagamos caso a las recomendaciones de las autoridades sanitarias. También recuerda que se necesitan equipos de protección individual para los profesionales sanitarios. Ella trabaja habitualmente en quirófano, pero no sabe cuál será su función mañana. La falta de personal en las UCIs especialmente hace que rote de puesto casi cada día.

El deporte se ha convertido en su herramienta para desconectar unas horas o unos minutos. «Haces ejercicio, la mente está en otro lado y sientes que estás un paso más cerca de volver a la normalidad», explica al tiempo que desvela que también realizan videollamadas entre las integrantes del Unami. «Es durillo. Son gente activa y excepto Sofía, que también es enfermera, el resto están teletrabajando o en casa. Y no sabemos qué pasará con la competición», cuenta antes de despedirse con un mensaje para todos: «Como dicen los niños, todo irá bien».