Los futbolistas suelen tener aversión a las pretemporadas. Por eso, a los clubes y a los cuerpos técnicos les toca estos días apelar a su profesionalidad para que cumplan los planes de trabajo marcados para este tiempo de confinamiento y para que no descuiden la alimentación. David Martín, sin embargo, lo lleva con buen espíritu. «Tengo la suerte de que a mí no me cuestan nada las pretemporadas. Es verdad que ahora no es lo mismo, porque no estás con los compañeros y no puedes hacer trabajo físico con balón, pero me siento bien haciendo lo que nos han mandado y duermo más tranquilo», explica desde su casa de Las Rozas, donde vive con su novia y de donde solo sale para  hacer la compra y para pasear a su perrita Nasira, un mini pinscher.

El resto del tiempo lo pasa viendo películas y series («Hemos decidido desconectar de las noticias unos días para no agobiarnos tanto») y llevando a cabo las diferentes sesiones físicas. Para eso se vale de esterillas, colchonetas y gomas, el único material de gimnasio del que disponía en casa. «Creo que me va a venir bien esta pequeña pretemporada porque llevo tres años en los que he acumulado muchos minutos», concluye este futbolista segoviano del Rayo Majadahonda.