Europa se prepara para otra ola

Agencias
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Italia estudia endurecer las restricciones tras incluir a otras 10 regiones en la 'zona roja', mientras el Gobierno alemán no descarta asumir las competencias para frenar al coronavirus

Europa se prepara para otra ola - Foto: GIOVANNI FRANCO

A pesar de las restricciones impuestas en la gran mayoría de los países europeos para tratar de contener  la expansión del coronavirus, la pandemia continúa imparable, lo que hace temer que una nueva ola llegue en los próximos días, incrementando los casos y los fallecimientos por la COVID-19. Es por eso que varias naciones ya han comenzado a endurecer aún más sus medidas y otras estén preparándose para dar nuevos pasos hacia atrás.

Un ejemplo es Italia, donde ayer se incluyeron otras 10 regiones en la llamada zona roja, la de mayores restricciones, en una semana donde el país quedará totalmente confinado de jueves a domingo y en el que el Gobierno piensa ya en nuevas limitaciones para después de estas fiestas. 

Según fuentes del Ejecutivo, el equipo de Mario Draghi prepara más medidas, en ningún caso de apertura, sino nuevos confinamientos para el puente del 25 de abril y para el 1 de mayo. Eso supone que tanto en la zona naranja como en la roja, los bares y restaurantes permanecerán cerrados y solo se permite la entrega a domicilio, mientras que siguen cerrados los gimnasios, piscinas y balnearios, así como los museos, teatros y cines.

En su último balance, el país registró 417 muertos con coronavirus en las últimas 24 horas -una cifra muy superior a los 297 de la víspera- y la presión hospitalaria aumentó, mientras que se comunicaron 12.916 nuevos contagios, menos respecto a las últimas jornadas pero también con menos pruebas.

Alemania también está en alerta y pendiente de cambios en su gestión de la pandemia. Así, el ministro del Interior, Horst Seehofer, propuso rediseñar la legislación actual para que el Gobierno federal asuma las riendas de la lucha contra la crisis sanitaria, en lugar de dejar que su implementación corresponda a los poderes regionales.

«Como Gobierno federal debemos actuar para que en todo el país rijan normas unitarias», apuntó. «El Gobierno federal está facultado para ejercer ese papel. Pero debe usar sus instrumentos», añadió.

Sus declaraciones se produjeron horas después de que la canciller, Angela Merkel, apremiase a las regiones a cumplir con los acuerdos adoptados y activar el llamado «freno de emergencia» ante el claro repunte de nuevos casos.

Merkel advirtió, asimismo, que no iba a quedarse de brazos cruzados ante la situación actual, en que cada Land está aplicando sus propios criterios, muchos de ellos claramente laxos y en contra de las advertencias de la mayoría de los expertos.

Sin concretar qué medidas pensaba articular, la canciller se declaró partidaria de restringir la movilidad ciudadana ahí donde la incidencia se haya disparado y apremió a la máxima cautela en Semana Santa.

En Francia, por su lado, tampoco descartan incrementar las restricciones. Así, el Ejecutivo de Emmanuel Macron quiere evitar un nuevo confinamiento muy estricto por los efectos que tendría, pero reconoce que la situación sanitaria, con una presión en los hospitales al límite, sobre todo en la región de París, va a empeorar todavía más y por eso no lo descarta.

Este este el argumento que desarrolló el ministro de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, que aseguró que «la prioridad absoluta es proteger la salud de los franceses».

«Todas las opciones están encima de la mesa para garantizar la seguridad sanitaria de los franceses», indicó al ser interrogado sobre la posibilidad de imponer un confinamiento como el que hubo hace un año.