El Acueducto más verde que nunca

Sergio Arribas
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Los líquenes envuelven sus sillares y las plantas afloran entre el granito. Patrimonio descarta que el incremento de vegetación dañe al Acueducto, aunque ya tiene previsto una campaña especial de limpieza para el mes de marzo.

La mutación verde del coloso

No es rara la mutación, del gris al verde. Todos los años hay señales de la metamorfosis, aunque este año la mudanza de piel es más evidente. Y todo por las fuertes humedades asociadas a un otoño e invierno lluviosos —precedidos por una primavera de frecuentes precipitaciones— que han multiplicado la vegetación sobre el monumento. El Acueducto está teñido de verde, más de lo normal, gracias a líquenes que envuelven su piedra, musgos de bajo porte y plantas que, de forma espontánea, afloran entre sus sillares. «No es algo alarmante», asegura, en tono tranquilizador, la concejala de Patrimonio Histórico, Clara Martín, que precisa cómo esta vegetación «está vigilada y controlada» con el fin de evitar daños a largo plazo; mientras desvela que su departamento ya tiene prevista una campaña especial de limpieza a partir del mes de marzo.

Los líquenes, fruto de la simbiosis de hongos y algas, son organismos resistentes a las condiciones ambientales adversas, capaces de colonizar muy diversos ecosistemas; de manera que pueden proliferar en las rocas si hay suficiente oxígeno y humedad. Pero los líquenes no son enemigos, sino aliados. «Los estudios realizados en la piedra  —asegura la concejala— demuestran que los líquenes generan una capa de protección contra la degradación (…) Cuando llueve, graniza o hace viento erosiona el liquen superficial, no la piedra, con lo cual provocan un efecto protector». Dado que se secan con el calor, los líquenes suponen la menor de las preocupaciones.

Distinto son las plantas que crecen entre las juntas de los sillares. La pasada primavera, según explica Martín, el Ayuntamiento consultó con el servicio territorial de Cultura de la Junta de Castilla y León y se elaboró un estudio que localizaba en un plano los puntos donde habían crecido las plantas de mayor porte. A finales de verano se eliminaron algunas, mientras el propósito, ya previsto, es que «en un mes y medio, sobre el mes de marzo, antes de que empiece fuerte la primavera, se retirarán plantas que ya tenemos localizadas». Estas plantas, que crecen de forma espontánea entre las juntas donde tienen opción de introducir sus raíces, suelen emerger en zonas sombrías, orientadas al norte, como ocurre en el tramo del monumento que discurre plaza de Día Sanz.

La mutación verde del colosoLa mutación verde del coloso - Foto: Rosa Blanco

«Son plantas —añade— que no tienen un enraizamiento muy fuerte dentro de los sillares, con lo cual no es alarmante para la conservación del monumento. Las retiraremos. Hay que tener en cuenta que cualquier tratamiento sobre en la piedra puede ser perjudicial a largo plazo».

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La mutación verde del coloso
La mutación verde del coloso - Foto: Rosa Blanco
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La mutación verde del coloso - Foto: Rosa Blanco
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La mutación verde del coloso - Foto: Rosa Blanco
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La mutación verde del coloso - Foto: Rosa Blanco
La mutación verde del coloso
La mutación verde del coloso - Foto: Rosa Blanco
La mutación verde del coloso
La mutación verde del coloso - Foto: Rosa Blanco

El Ayuntamiento tiene firmado con una empresa un contrato anual para la limpieza de la senda del Acueducto y de su canal superior, por un montante económico de unos 20.000 euros. Esta inspección de mantenimiento ordinario se realiza dos veces al año, en primavera y otoño, y, de hecho, la limpieza del canal superior, por ejemplo, se realizó a finales de noviembre en la zona de la plaza del Avendaño. A estos dos campañas se sumará la especial de limpieza, a la luz del aumento de vegetación, el próximo mes de marzo, en la que, según explica Martín, seguramente será necesario contratar una plataforma elevada para poder retirar la vegetación localizada en puntos de mayor altura. Martín, también concejala de Urbanismo, insiste en que el Acueducto «está muy vigilado y controlado»  para poder intervenir cuando se precise y evitar daños a largo plazo.