"No saldremos reforzados de la pandemia, saldremos diferentes"

Javier Villahizán (SPC)
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Información 'cuerpo a cuerpo'. Directa, precisa y sin pelos en la lengua. Así es esta mediática reportera de Atresmedia, que confía en que aprendamos de los errores y que nuestros políticos eviten la crispación para renacer con fuerza de la crisis

"No saldremos reforzados de la pandemia, saldremos diferentes"

Una de las periodistas más mediáticas de la pequeña pantalla, Ana Pastor (Madrid, 1977) da el salto a los contenidos en audio con Quién dice qué, una serie de podcasts de Audible, de Amazon, hecho por millennials y para millennials en donde cuenta de forma breve y sencilla las noticias de actualidad, pero con un tono más didáctico: cómo afecta a la población una norma que se publica en el BOE o qué diferencia hay entre el 4G y el 5G, por ejemplo. 

¿Son los podcasts la información del futuro?

Hace años que el podcast es el producto del año en Estados Unidos y en otros países, aquí en España todo termina llegando y creo que es una oportunidad buenísima para informarse y entretenerse. Es un formato que está entrando con fuerza y además es muy bueno para el mundo de la cultura y para la información.  

¿Por qué Quién dice qué?

En mi caso, realizo un podcast para millenias que toca muchos temas que les interesa y que son, además, unos grandes consumidores de este soporte. Ellos se informan y se informan mucho, pero no van a la pelea del último momento, ni tampoco les interesa cuál es el último dato, ellos buscan más entender por qué el BOE cambia su vida, qué es un real decreto o qué diferencia hay entre el 4G y el 5G. Son cosas que están en su ámbito de vida social y que además están muy acostumbrados a consumirlas de esta manera, porque dadas sus circunstancias, lo que quieren es poder oírlo cuando ellos quieran y donde estén.

Estamos en la era de la superinformación y, sin embargo, parece que las nuevas generaciones están más desinformadas que nunca.

Bulos ha habido siempre. Solo hay que recordar el perro de Ricky Martin en Sorpresa Sorpresa, en 1999, o el cormorán lleno de petróleo de la guerra de Irak, que no era de ese momento. Lo que ha cambiado y es la gran diferencia es que la viralización es infinitamente mayor a causa de la redes sociales. Antes era el boca a boca y ahora es la velocidad de las redes que es increíblemente rápida. Los bulos van más rápidos que las felicitaciones, pero para eso está también el trabajo de los periodistas. Y también es importante que haya una sociedad que sepa que no es bueno permitir la mentira, porque si no te importa que se mienta, igual el problema lo tenemos como sociedad.  

¿Es precisamente esta época de pandemia un caldo de cultivo para las fake news?

Sin duda alguna, pero también es cierto que los momentos de desconcierto son los mejores para encontrarnos con nosotros mismos.

¿Hasta qué punto vamos a salir reforzados de la pandemia?

No vamos a salir reforzados. No me lo creo. Vamos a salir diferentes y es una obviedad porque han llegado una serie de rutinas para quedarse que antes no teníamos. Nuestra vinculación con la naturaleza va a cambiar, nos ha dado un buen aviso. Nuestra estabilidad, nuestra seguridad, todas las preguntas que estaban más o menos resueltas no lo están.  

¿Cómo está reaccionando el ciudadano de a pie a esta insólita situación?

Tiene miedo e incertidumbre por una situación a la que nunca nos hemos enfrentado. Además, nos viene otra epidemia que es la económica y que se une a la sanitaria. La sensación de qué va a pasar con mi vida, qué va a pasar con la vida de mi familia; si la crisis económica regresa a nuestras vidas eso hará que la gente se asuste. Durante los últimos meses hemos tenido miles de casos con problemas de insomnio y ansiedad que pueden verse incrementados. 

¿Cómo lo está haciendo España, como país?

Desde luego que yendo cada uno por un camino, no se sale, ni en esta crisis ni en ninguna. 

¿No hay nada bueno?

Con el coronavirus hemos puesto en valor cosas en España que eran del día a día, y estoy pensando en la Educación y en la Sanidad. Por ejemplo, alguien al que has delegado la enseñanza de tus hijos desaparece de repente y eres tú quien tienes que hacerte cargo; o la limpieza, como no teníamos que hacerla de forma tan exagerada como ahora no valorábamos el trabajo de esas personas. Hemos reseteado nuestro concepto de cosas importantes y solo vamos a salir si ponemos encima de la mesa lo importante sobre lo ideológico.

¿Por qué hay tanta crispación política en España en un asunto tan clave como la pandemia, mientras que en otros países de nuestro entorno ese enfrentamiento, al menos en torno a la COVID-19 no existe?

Hay un estudio que sitúa a España entre uno de los cuatro países más polarizados del mundo. Es una retroalimentación de la sociedad y la política. Si la política traslada mensajes agresivos y de encabronamiento continuo eso se traslada a la calle sin ninguna duda y al revés, si la sociedad premia a los políticos que hacen ese juego, el país no pondrá el foco en lo importante, que es sacar adelante al país y a su gente.

¿Qué mensaje mandaría a las nuevas generaciones?

Que aprendan de nuestros errores que son muchos y evidentes.