¡Mis padres son secuestradores!

SPC
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La Guardia Civil hace frente a situaciones cada vez más insólitas, como delitos de ajustes de cuentas con los hijos de los captores presentes

¡Mis padres son secuestradores!

El secuestro extorsivo no es frecuente en España, pero solo en 15 días se han resuelto dos casos en los que se constataron prácticas poco habituales en Europa, como amenazar a la familia del rehén con amputarle la mano o permitir que hijos menores de los malos presencien el cautiverio.

Precisamente, esta última circunstancia fue lo que más impactó a la Guardia Civil cuando liberó el pasado 30 de julio en una vivienda de Almussafes (Valencia) a un hombre que había sido secuestrado y por el que pedían 74.000 euros a cambio de no causarle daños. Cuando los agentes entraron vieron a tres menores que pudieron ver cómo se torturaba a la víctima.

Hasta ahora, no se había producido esa circunstancia, más común en algunos países de Latinoamérica, donde hay niños que conviven con la criminalidad de sus padres.

Todo comenzó cuando un grupo de italianos contactó a través de una intermediaria con dos marroquíes para comprar una partida de hachís. Disponían de 74.000 euros, que entregaron como paso previo a recoger la droga que, supuestamente, estaba dentro de un coche.

Sin embargo, el vehículo estacionado se encontraba vacío, así que los italianos fueron en busca de sus timadores, pero solo encontraron a uno de ellos. El otro se había fugado con el dinero sin decirle nada a su compinche.

Para recuperar los miles de euros solo encontraron una solución: secuestrar al otro marroquí, y así lo hicieron en la casa de Torreblanca (Castellón) que compartía con un hermano, quien avisó a la Comandancia de la Guardia Civil de que se habían llevado a su pariente.