El consejero de Presidencia, Ángel Ibañez, defendió el "compromiso inequívoco" de la Junta con las víctimas del terrorismo en Castilla y León, tanto en el "reconocimiento y protección de las víctimas de la violencia terrorista, para velar por su amparo, bienestar, reparación y asistencia en aquellas necesidades que se hayan agravado por su condición, así como para recordar y homenajear a todos aquellos que sufrieron la acción terrorista”.
Así de claro se mostró Ibáñez durante una toma de contacto con el nuevo presidente de la Asociación de este colectivo en la Comunidad, Sebastián Nogales, tras su reciente nombramiento, quien le explicó que la Consejería tiene como objetivo "consolidar la acción pública en favor de las víctimas en la Comunidad, para lo que será necesario potenciar la coordinación entre los distintos órganos de la administración y de otras instituciones públicas", como ya adelantó en la comparecencia de inicio de legislatura.
Además, puso en valor acciones que la Consejería potencia desde el inicio de la legislatura como el impulso al proyecto 'Testimonio directo de las víctimas del terrorismo en centros educativos', que tiene como finalidad contribuir al desarrollo de la competencia global y ciudadana en una sociedad democrática y a la prevención de los radicalismos violentos, a través del conocimiento del terrorismo en España y sus consecuencias.
Esta experiencia, dirigida a alumnos de 4º de ESO y vinculada a la asignatura de Historia y Geografía, ha tenido una buena acogida en pasadas ediciones, llegando a 46 centros de la comunidad con un total de 2.690 alumnos beneficiados por el programa. En la reunión se ha intentado buscar alternativas para retomar la acción informativa, que se ha visto paralizada por la situación de pandemia, como informa Ical.
Asimismo, el encuentro sirvió para reiterar el apoyo que desde la Consejería se hace de forma continuada a la Asociación a través de la concesión de una subvención anual y de la puesta en valor de la figura de las víctimas y sus familiares con la denominada Medalla a las víctimas del terrorismo de la Comunidad de Castilla y León que se concede con carácter anual y que en esta ocasión, y debido a la pandemia, no ha podido escenificarse de forma pública. Acciones que se pretenden retomar cuando la situación sanitaria lo permita y que servirán para recordar y homenajear a las víctimas.