Empieza el juicio contra la conductora de autobuses urbanos

Nacho Sáez
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La Fiscalía solicita 18 meses de prisión, cuatro años de retirada del carnet y el pago de la responsabilidad civil por cinco delitos de lesiones por imprudencia grave.

La acusada (a la derecha de espaldas), esta mañana en el comienzo del juicio. - Foto: N. S.

En torno a las 19.30 horas del 14 de agosto de 2018 un autobús urbano de la línea 2 (Colón-San Lorenzo) causó lesiones a cinco personas y golpeó dos farolas, un muro de piedra y ocho vehículo en el inicio de la avenida Vía Roma desde la plaza de Artillería. Los hechos ocurrieron después de que la conductora detectara una incidencia en el bus y abandonara su puesto sin dejar accionado el freno de estacionamiento con tres pasajeros en su interior, según el auto del magistrado instructor.

N.  E. P. M. se sienta desde hoy en el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal número 2 de Segovia acusada de cinco delitos de lesiones por imprudencia grave. Está previsto que declaran en el juicio -que se prolongará al menos hasta mañana- trabajadores de la empresa de autobuses, testigos, policías locales y peritos. Algunas de las víctimas han alcanzado un acuerdo después de percibir una indemnización.

Pocos días después del siniestro, la conductora denunció una "caza de brujas" porque se la culpara  "sin pruebas" en un momento en el que, además, los autobuses urbanos de Segovia se encontraban en entredicho por el estado de deterioro de la flota. Sin embargo, la alcaldesa de Segovia, Clara Luquero, apuntó enseguida a un fallo humano como causa del accidente.

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Hace un año el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Segovia dictó un auto de transformación en procedimiento abreviado de la causa al considerar que N. E. P. M. debía ser acusada de cinco delitos de lesiones por imprudencia grave. En ese auto, el magistrado detallaba que sobre las 19:20 horas del día 14 de agosto de 2018 la investigada N. E. P. M. conducía el autobús, de carácter urbano, marca Man Magnus A35, matrícula 3407 HVH, numerado 2839, perteneciente a la línea 2. Al llegar a la parada existente al inicio de Vía Roma sentido barrio de San Lorenzo (Segovia), realiza parada del autobús, dejando las ruedas directrices orientadas hacia dentro de la calzada, montando tres pasajeros.

La conductora llamó por teléfono al mecánico de la empresa para comunicarle una incidencia que marcaba el panel de mandos, indicándole el mecánico que tal incidencia había sido revisada y que para eliminar la incidencia del panel debía parar el motor y quitar el contacto de la batería. Acto seguido la conductora investigada abandona el puesto de conductor sin dejar accionado el freno de estacionamiento del autobús y sale de éste por la puerta de entrada de los pasajeros, procediendo a desconectar la batería del vehículo desde el exterior de éste, momento en que el autobús comienza a moverse por sí mismo al no estar accionado el freno de estacionamiento, desplazándose sin conductor por la pendiente descendente de la calzada en dirección a la acera opuesta, tratando la conductora de detener su marcha, lo que no logra", explica el auto. 

El texto del juez añadía que "el autobús invade los dos sentidos de circulación de la calzada y choca contra el bordillo de la acera opuesta a la parada, sobre la que llega a circular, chocando contra una farola, un muro de piedra que protege la acera de un desnivel y una señal, para a continuación chocar contra el turismo que estaba estacionado al lado de la acera matrícula -JKW y contra el turismo matrícula -JPT, al que desplaza, provocando un raspado negativo con el vehículo matrícula -BJ en el momento en que éste estaba circulando correctamente. El autobús siguió su trayectoria descendente, volviendo a chocar contra otra farola y otros vehículos estacionados con matrículas -AL, HSW, -KTC, KGS, KKZ y FJR. A consecuencia de todas estas colisiones resultaron con daños de distinta consideración los vehículos afectados y el mobiliario urbano perteneciente al Ayuntamiento de Segovia.
En su trayectoria descontrolada sobre la acera, el autobús también causó lesiones de distinta consideración, para cuya sanidad precisaron de tratamiento médico, a los peatones que andaban sobre ella M. F. L., M. F. V., R. L. A., J. S. G. y A. B. V. D., siendo esta última peatón la que resultó con lesiones de mayor gravedad al sufrir fractura trimaleolar del tobillo derecho.