La flora brota, la investigación languidece

Nacho Sáez
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Cuando se cumplen dos años del incendio de La Granja, la naturaleza de las 400 hectáreas que se quemaron regenera poco a poco, pero aún no ha sido juzgada ninguna persona por la autoría del fuego.

La flora brota, la investigación languidece - Foto: Rosa Blanco

"Se me vienen a la cabeza momentos muy duros que esperamos que no se repitan nunca, aunque con la pandemia parece que han quedado muy atrás». El alcalde del Real Sitio de San Ildefonso, Samuel Alonso (PSOE), no se olvida del incendio que hace ahora justo dos años arrasó 400 hectáreas en la Sierra de Guadarrama y que sobre todo tuvo en vilo a sus vecinos. Porque pudo ser mucho peor. «Aunque cuando hay lluvias torrenciales se sigue arrastrando materia orgánica y cenizas a nuestro embalse del Mar y tenemos que desviar los arroyos, esta primavera hemos vuelto a ver verde», señala. La naturaleza se abre paso en medio de unas tareas de regeneración que se entremezclan con la ausencia de culpables de la autoría de un fuego que se cree que fue provocado.

El estancamiento de la investigación es el gran lunar de estos 24 meses. Las labores de control del incendio y las posteriores de protección y recuperación de los ecosistemas se han llevado a cabo en silencio pero sin pausa y sin críticas. «Yo creo que se actuó bien», dice el jefe de sección territorial de Gestión Forestal III de la Junta de Castilla y León, Ignacio Quintanilla, que además fue el director técnico de extinción del incendio. «Tras controlar el incendio, el proyecto para la reconstrucción de los terrenos estuvo redactado y aprobado en ocho o diez días», destaca. El primer objetivo lo fijaron en evitar que las cenizas contaminasen el agua que se utiliza para el abastecimiento a la población. «Con los árboles de menor tamaño que estaban muertos se hicieron albarradas (barreras transversales en cauces) y fajinas (barreras en las laderas para contener la erosión). También se hizo un acolchado del terreno con paja de cereal».

Además preocupaba un posible brote de plagas de insectos. «En los incendios hay zonas que están carbonizadas y no hay discusión sobre si se cortan o no. En las zonas donde el incendio ha ido con menor intensidad, tenemos más dudas de hasta dónde cortar. Un árbol que aparentemente está bien a los tres meses se puede ver caído, muerto. Por eso contratamos una empresa que, mediante vuelos con dron y cámaras híperespectrales, nos dijo el grado de afección que tenían estos árboles del margen del incendio. Podían ser como enfermos de covid asintomáticos. Focos de plagas», explica Quintanilla. Paralelamente se ha vuelto a ver pasto, roble rebollo y pinos. «¿Cuándo vamos a ver el bosque como estaba? Tiene que pasar el mismo tiempo. El bosque tenemos que entenderlo como un ser vivo. No nos podemos fijar en la foto fija. La naturaleza evoluciona. No vamos a ver lo que había, vamos a ver otra cosa. Se trata de generar un ecosistema estable». remarca.

La flora brota, la investigación languideceLa flora brota, la investigación languidece - Foto: Rosa Blanco

Parte de los terrenos eran propiedad privada y su dueño ha pedido ayudas a la Junta para su regeneración, según celebra el propio Quintanilla, que no se olvida de todas las administraciones que participaron en los trabajos de extinción del fuego ni tampoco de los voluntarios, que han reconstruido Fuente Infantes. En su opinión, esta labor coordinada fue una de las claves de que las consecuencias no fueran más devastadoras. Otra, el viento. «No nos dio guerra. El incendio ascendió por el relieve». Como colofón, en un proyecto con las comunidades de Galicia y Extremadura y Tragsa, los técnicos de la Junta han tomado muestras del suelo para diseñar una estrategia conjunta para la protección y restauración de los ecosistemas afectados por incendios forestales.

Unos avances que no han tenido reflejo en la investigación policial para esclarecer la autoría del incendio. La Guardia Civil detuvo en junio del año pasado a un vecino de La Granja como presunto responsable, pero apenas dos meses después el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Segovia decretó el archivo de la investigación. «Nos gustaría que se encontrara al responsable, pero respetamos el trabajo de la Guardia Civil. Yo no he vuelto a tener ninguna noticia al respecto», revela el alcalde del Real Sitio.