Muere Gabi, el emblemático quiosquero de El Salvador

Nacho Sáez
-

Se había jubilado hace dos años y ha sufrido una repentina enfermedad que no ha podido superar.

Gabriel González Borreguero 'Gabi', a la puerta de su quiosco en julio de 2018. - Foto: Rosa Blanco

Ha fallecido Gabriel González Borreguero, más conocido como 'Gabi', muy popular en El Salvador por haber regentado en este barrio un quiosco durante casi cuatro décadas. Jubilado hace poco más de dos años, ha sufrido una repentina enfermedad que no ha podido superar. También era muy conocido por su implicación en la actividad de la asociación de vecinos del propio Salvador. La capilla ardiente ha quedado instalada en el Tanatorio Segoviano San Juan de la Cruz. El funeral se celebrará este sábado a las 10:00 horas en la iglesia de El Salvador y acto seguido será enterrado en el Cementerio del Santo Ángel de la Guarda. La misa de privilegio se oficiará también en la iglesia de El Salvador el lunes 21 de septiembre a las 10:00 horas. A continuación, el reportaje íntegro que le dedicó El Día de Segovia en su edición del 21 y 22 de julio:

GRACIAS, GABI

Durante años Gabriel González Borreguero, más conocido por todos en El Salvador como ‘Gabi’, fue el principal pilar para que se pudiera celebrar un torneo de fútbol sala que reunía en el pabellón del colegio Claret a jugadores de prácticamente todos los barrios de la ciudad. También tendió la mano siempre para que El Salvador pudiera tener un pequeño concierto o una humilde verbena durante las fiestas que celebra cada año a finales de julio. Ahora, sin embargo, le ha tocado despedirse y bajar la persiana a su emblemático quiosco (situado enfrente de la iglesia) debido a un susto que le ha provocado la salud y que aconseja descanso y mayores cuidados.

Homenaje que le brindaron sus familiares y amigos tras su jubilación.Homenaje que le brindaron sus familiares y amigos tras su jubilación. - Foto: DS

El pasado 30 de junio puso fin a casi cuatro décadas detrás del mostrador. Fue una jornada especial, no sólo porque comenzara su jubilación, sino también porque familiares y amigos se presentaron en el quiosco para brindarle un homenaje que no será el último, ya que este próximo viernes 27 el barrio le rendirá otro coincidiendo con el inicio de las fiestas. "Todavía no me he hecho a la idea de que esto se ha acabado porque es como si estuviera de vacaciones. Supongo que se me hará raro cuando empiece el curso", explica este veterano quiosquero que tenía callo a la hora de atender a las decenas de jóvenes clientes que le proporcionaban los cercanos institutos Mariano Quintanilla y Ezequiel González, la Escuela Oficial de Idiomas y el colegio concertado Claret.

Su vida como vendedor de prensa, revistas, chucherías, bebidas, tabaco, pan, libros e incluso películas se inició hace 38 años cuando cogió el testigo de su tía Enriqueta en el local situado justo al lado del que ahora cierra las puertas. Tras unos años se trasladó al actual para tener más espacio y ahí ha estado hasta convertirse en una de las personas más queridas de El Salvador. Él se acuerda, en cambio, de Antonio Lucio, Paco Lázaro, Eusebio, Saturnino o Juan Luis, "otros comerciantes o simplemente vecinos que fueron fundamentales para que yo sacar adelante el negocio". El quiosco entraba en ebullición, cuenta, cuando Pedro Delgado firmaba una gesta en el Tour o en la Vuelta "porque todo el mundo quería guardar el periódico para tenerlo de recuerdo".

Convertido también en espacio de tertulias improvisadas, cierra porque no le queda otra a su propietario, quien parte de su tiempo lo gasta ahora en su pueblo, Requijada. Pero promete seguir viviendo en el barrio, del que dice que "es especial". "Se parece más a un pueblo que otros", concluye.