Acebes desmiente a Bárcenas y niega haber recibido sobres

Agencias
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El exsecretario general del Partido Popular asegura tajantemente desconocer cualquier 'caja b' y manifiesta que no sabe a qué responden los famosos 'papeles' del extesorero

Acebes desmiente a Bárcenas y niega haber recibido sobres

El exsecretario general del PP Ángel Acebes ha negado "tajantemente" que haya recibido sobresueldos procedentes de la presunta caja B del PP, como señaló el extesorero Luis Bárcenas, y ha indicado que los apuntes que recogían sus "papeles" son "rotunda y totalmente falsos".

"Es falso que yo haya recibido esas cantidades y todas las percepciones y retribuciones que he tenido a lo largo de toda mi vida ha sido con las oportunas retenciones y la declaración correspondiente a la Agencia Tributaria", ha asegurado Acebes en su declaración como testigo en el juicio que celebra la Audiencia Nacional por el presunto pago de la reforma de la sede del PP con dinero de la supuesta caja B.

Una caja que ha negado de manera tajante conocer: "Desconocía y desconozco la existencia de una caja b ni de dinero b en el Partido Popular en ningún momento".

Bárcenas, principal acusado en este juicio, situó a Acebes en la lista de antiguos altos cargos que recibieron sobresueldos, y junto a él mencionó al expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, a otros exsecretarios generales del PP como María Dolores de Cospedal, Francisco Álvarez Cascos o Javier Arenas; y a exministros como Jaime Mayor Oreja, Rodrigo Rato o Federico Trillo.

"No, en absoluto, lo desmiento tajantemente", ha señalado Acebes cuando el fiscal Antonio Romeral le ha preguntado por una serie de anotaciones en los famosos "papeles de Bárcenas" que le vincularían con supuestos pagos periódicos por 6.300 euros entre 2004 y 2008 que, en conjunto, sumarían 107.100 euros.

"Sigo sin explicarme a qué responden esos papeles, esos apuntes; lo único que le puedo decir es que no son ciertos y que son rotunda y totalmente falsos porque no se corresponden con la realidad ni con nada que se le aproxime que yo conozca", ha añadido.

Preguntado sobre si conoce si algún otro dirigente del partido ha recibido ese tipo de pagos, se ha remitido a sus declaraciones en sede judicial, donde "han negado rotundamente la existencia" de los mismos.

Al ser preguntado sobre la posibilidad de que Bárcenas le mencionase en eso papeles por animadversión entre ellos, Acebes lo ha negado y ha insistido en que no encontraba "ninguna explicación" y ha reconocido que ha hablado con algunos de los secretarios generales que también figuran y "nadie se acierta a explicar por qué esas anotaciones y por qué se produjeron".

Acebes ha querido comenzar su declaración haciendo una clara distinción entre las funciones del secretario general del partido y las del tesorero, cargos en los que no existía "relación de dependencia jerárquica", sino que son "iguales" y cada uno tiene un área "totalmente diferenciada", la política y la financiera.

 

Ninguna relación económica

Sobre su relación con Bárcenas, que fue gerente cuando él ocupó el cargo de secretario general, ha indicado: "Con el señor Bárcenas, sobre cuestiones económicas no he hablado nunca".

A este respecto, el abogado de Bárcenas ha querido saber si Lapuerta tenía la dirección económica y Bárcenas seguía sus instrucciones. "No lo sé; era su superior, pero no sé si las seguía o no", ha contestado.

También ha desmentido que en aquellos años Lapuerta tuviese algún tipo de limitación en sus facultades cognitivas, según declararon dos de los acusados: el exgerente Cristóbal Páez, al que Acebes ha atribuido "la iniciativa" de las obras, pero no el control económico, y el arquitecto que hizo la reforma, Gonzalo Urquijo.

Dado que el Tesorero tenía que dar cuenta al Comité Ejecutivo del partido, se le ha preguntado también si Lapuerta en algún momento puso de manifiesto la existencia de donaciones que excediesen el límite legal.

"No, al contrario, hacía siempre gala de lo contrario, que los ingresos se hacían siempre de manera ajustada a lo que imponía la normativa legal y que podíamos estar muy tranquilos teniendo las finanzas en su mano", ha manifestado para después añadir: "nuestra percepción era, y sigue siendo, que era una persona honorable".

También ha admitido, que en una ocasión recibió en su despacho al fundador de Libertad Digital Alberto Recarte y que le expuso que estaban intentado difundir la compra de acciones para la ampliación de capital por si podía ayudarles.

Ha asegurado que a este respecto no hizo ninguna gestión "más allá de algún comentario en el Congreso de los Diputados o en el partido sobre la ampliación de capital y que nos han pedido ayuda, algo genérico, pero no recuerdo una acción concreta".

Sobre las obras en la sede de Génova, ha explicado que no tuvo "ningún cometido, ni económico, ni de ninguna otra naturaleza", y al ser preguntado si conocía cómo se pagó la reforma ha dicho que cree el gasto constaría en los presupuestos anuales del partido, "pero no lo recuerdo".

En este punto ha negado que supiera que una parte se pagó en b: "Ni lo conocía ni nunca se produjo esa conversación" con Lapuerta y en la que Bárcenas dice que creía que éste le consultó el pago en b de parte de la reforma.

"Pues lo creería mal porque esa conversación no pudo producirse", ha destacado, al recordar que Lapuerta, fallecido en 2018, nunca reconoció la existencia de esa contabilidad paralela.

El abogado Gonzalo Boye ha querido saber por qué si no había dinero en efectivo en la sede, había tres cajas fuertes -una en el despacho del tesorero, otra del gerente y la otra en el del secretario general, según desveló el cuñado de Bárcenas Antonio de la Fuente.

"Yo no he visto nunca una caja fuerte en el PP", le ha respondido a la vez que le ha cuestionado cómo podía él saber de la existencia de esas cajas. "Porque me leído el sumario", le ha espetado Boye.

Desde la acusación que ejerce IU han querido saber entonces si con la reforma se dio la orden de eliminar esas cajas, a lo que Acebes ha contestado, que no sabía si en los demás despachos, pero en el del secretario general "no existía" en el despacho del secretario general y por tanto "difícilmente" se podía dar la instrucción de que desapareciera.