Ratifican la pena a un cuellarano por encargar un asesinato

DS
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El Tribunal Superior de Justicia confirma una condena de cinco años de prisión a un hombre de 84 por proponer a un amigo que matara a un vecino de Cantalejo que le debía dinero a cambio de 50.000 euros

Ratifican la pena a un cuellarano por encargar un asesinato

El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha ratificado la sentencia impuesta por la Audiencia Provincial de Segovia a un hombre de 84 años, Marino S. S., al que condenó el pasado noviembre a cinco años de prisión por proponer a un amigo, en abril de 2016, que asesinara a una persona que le debía dinero, encargo que no llegó a consumarse y por el que llegó a ofrecer 50.000 euros. La Audiencia sí que absolvió ya en aquella sentencia del mismo delito respecto a la mujer y los dos hijos de la principal víctima, y por ello la pena fijada resultó muy inferior a los 40 años que pedía la acusación particular, diez por cada supuesto afectado. El recurso de apelación ha sido desestimado por el TSJ que, por tanto, ratifica íntegramente la sentencia de la Audiencia.

La Sala consideró probado que en abril de 2016 Marino S.S. entabló una relación de amistad con el regente de un bar de la localidad segoviana de Cuéllar. En julio, el empresario comentó al procesado que estaba pasando por dificultades económicas y este le respondió que él también tenía problemas, pero con un conocido que le había engañado al hacer negocios y que se había quedado con su dinero, dos millones de euros. Le manifestó su voluntad de matarlo, preguntó a su amigo cuánto le costaría que lo hiciera y este, "pensando que se trataba de una broma", dijo que 50.000 euros, según la sentencia.

El 20 de julio, el condenado le entregó 5.900 euros a su amigo y, una semana después, le llevó a la localidad segoviana de Cantalejo para mostrarle la casa donde vivía la víctima y sus dos hijos y le reiteró la petición: "Le quiero muerto, cueste lo que cueste". También le mostró en el teléfono móvil fotos de la mujer y los hijos de la víctima, le dio más dinero, en este caso 9.500 euros, y un papel con los datos personales de su objetivo.

Durante la primera semana de agosto, Marino S.S. dio a su amigo otros 19.500 euros, le insistió en que "lo quería muerto ya" y le especificó que debía hacerlo intentando recuperar la mayor parte del dinero, torturando a su mujer y sus hijos y, por último, matando a su supuesto deudor. El hombre al que se encargó la tarea "siguió la corriente" al condenado para conseguir la máxima cantidad de dinero posible pero, a mediados de agosto, se marchó de Segovia y se fue a vivir a Murcia, donde dos meses después denunció todo lo ocurrido.