A mediodía ha quedado colocada en la hornacina del Acueducto, a 20 metros de altura, la imagen de la Virgen, aunque ya no es la escultura original. Esta pesa bastante menos (800 kilos la original, 50 la réplica) y se ha elaborado con un compuesto de resina epoxi, polvo de mármol, sílice y pigmentos, a partir de un molde de silicona realizado tras un complejo proceso de fotogrametría de alta resolución del que se ha encargado el arqueólogo y experto en patrimonio digital Néstor Marqués. La réplica presenta el color, algo más ocre, que se ha recuperado en la escultura original, con algún resto también de policromía.

La imagen se ha colocado en apenas una hora, con la ayuda de una grúa y ha quedado sujeta a la hornacina con unos cables de acero enganchados a los espacios entre sillares. Un proceso que ha seguido atentamente un equipo de National Geographic, que ha captado imágenes con un dron para un futuro documental.

La imagen original ha sido restaurada por la empresa Restaurograma Hispania, bajo la dirección de Graziano Panziari y está lista para ser expuesta en el Museo de la Casa de la Moneda. Estará allí porque fue donada a la ciudad en 1520 por un ensayador de la Ceca, Antonio de la Jardina, pero de momento permanecerá en el taller de restauración ya que hay que preparar el proyecto museográfico, en el que ya se trabaja. 

La imagen de la Virgen vuelve al Acueducto

El proyecto de restauración y réplica ha costado 21.000 euros, de los que la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre ha aportado 17.000, en virtud del convenio firmado en noviembre pasado con el Ayuntamiento de Segovia.