El precio del trabajo baja ocho décimas en Castilla y León

SPC
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La Comunidad se encuentra justo por debajo de la media nacional (-0,5%), con una bajada de ocho décimas, siendo los mayores descensos los que se observaron en La Rioja (–1,6 por ciento), Castilla-La Mancha (–1,5%) e Islas Baleares (– 1,4%)

El precio del trabajo baja ocho décimas en Castilla y León

La variación anual del Índice de Precios del Trabajo (IPT) en Castilla y León registró un descenso del 0,8 por ciento, frente a la bajada en medio punto de la media nacional, según los datos publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE). El IPT de la Comunidad es del 98,9 sobre 100 mientras que en el conjunto del país se sitúa en 98,1.

Según los datos del INE, la variación anual, a nivel nacional, del Índice de Precios del trabajo 0,8 puntos, fue 0,8 puntos mayor que la registrada en 2016, que fue del -1,3 por ciento. En cuanto a los resultados por comunidades autónomas, la tasa de variación anual del IPT presentó los mayores incrementos se registraron en Cantabria (1,1 por ciento), Galicia (0,8 por ciento y Principado de Asturias (0,6 por ciento).

Castilla y León se encuentra justo por debajo de la media nacional (-0,5 por ciento), con una bajada de ocho décimas, siendo los mayores descensos los que se observaron en La Rioja (–1,6 por ciento), Castilla-La Mancha (–1,5 por ciento) e Islas Baleares (– 1,4 por ciento).

El Índice de Precios del Trabajo tiene como objetivo medir el cambio en el precio de la mano de obra en el tiempo, sin que dicha medida esté afectada por cambios en la calidad y cantidad de trabajo realizado. De esta forma, se descuenta el efecto la evolución temporal del precio de la mano de obra, sin que dicha medida esté afectada por los cambios en la calidad y cantidad del factor trabajo, y se descuenta el efecto composición, que se debe, entre otros factores, tanto a los cambios en el número de horas trabajadas, en el tipo de contrato, en las características de los trabajadores, como a los deslizamientos por antigüedad y promociones de los trabajadores.

Se trata, por tanto, de medir la variación del coste salarial pagado por los empleadores por el conjunto de puestos de trabajo existentes, suponiendo que se mantiene la misma composición de puestos de trabajo del año anterior.