Como si se tratara de un partido de fútbol que hubiera acabado en empate y los dos equipos se hubieran creído con méritos para hacerse con la victoria, la sentencia del Juzgado de lo Mercantil de Segovia sobre la 'guerra' industrial' entre Ontex y Drylock parece que no va a dejar contentas a ninguna de las dos partes. Drylock y su director general, Miguel Ángel González, tendrán que indemnizar a Ontex con 13.000 euros por conducta desleal al haber arrebatado a su competidor a cuatro de los cinco trabajadores de su "equipo de proyectos", en base a la información que poseía González respecto a las funciones que desempeñaban y las categorías profesionales que ostentaban.

La magistrada Cecilia Fernández Prieto también considera que Drylock actuó "de mala fe" en el transcurso de su implantación en Segovia por hacer coincidir el 'fichaje' de 20 personas que trabajaban en Ontex con la negociación que mantenía esta última con los supermercados Lidl para prolongar sus acuerdos de comercialización. La sentencia remarca que la fábrica de Drylock no había empezado a funcionar cuando se produjo la contratación de esos empleados y que Drylock utilizó la falta de firma del contrato entre Ontex y Lidl para convencerles, "movidos por el miedo o la incertidumbre", tal y como remarca el fallo.

Este rebaja, sin embargo, las pretensiones de Ontex, que reclamaba a su rival 75.000 euros en concepto de indemnización por los costes de formación y reposición de los trabajadores que causaron baja voluntaria. Además, la multinacional con fábrica en el Polígono Industrial de Valverde del Majano tendrá que pagar las costas del proceso judicial a los seis exempleados que también demandó junto a Drylock y González.

En la sentencia -que consta de 28 folios- la titular del Juzgado de lo Mercantil concluye -entre otras cuestiones- que González no rompió el pacto de confidencialidad al abandonar el puesto de director general de Ontex en 2015 y que no incurrió en competencia desleal al captar trabajadores de su rival. Tampoco considera acreditado que esos empleados -que son absueltos- se llevaran información antes del cambio de compañía, y hace hincapié en que Ontex no demostró durante el procedimiento judicial que los proyectos industriales propios que consideraba que se habían puesto en peligro fueran confidenciales realmente ni estuvieran protegidos por medidas razonables para mantenerlos en secreto.

El fallo tendrá que ser publicado en un medio de comunicación provincial cuando adquiera carácter firme. Aún se desconoce si las partes lo recurrirán.