Es una pasada, de lo mejorcito que he visto en Segovia en todos los años que llevo jugando al fútbol sala». Las palabras de Rocío, capitana del Unami, reflejan la mezcla de sorpresa y admiración que ha generado en el equipo la irrupción de Marta Escribano Herranz con 15 años recién cumplidos. Esta joven de Zarzuela del Pinar sopló las velas el miércoles y, aunque todavía le quedan tres años para alcanzar la mayoría de edad, de la mano del fútbol sala ya ha dado el salto al mundo de los adultos.

A partir de ahora podrá debutar en partido oficial con el Unami si así lo considera oportuno su entrenador. Las diez primeras jornadas se las ha perdido por culpa del reglamento, que marca que no puede tener ficha en Segunda División ninguna jugadora con menos de 15 años. Pero ni este inicio de curso de inactividad ni el reto de enfrentarse a una categoría completamente desconocida para ella –y a priori incalcanzable a su edad– han intimidado a Marta, que ya sabe lo que es derramar lágrimas por el deporte.

Lo hizo cuando hace tres temporadas la Junta de Castilla y León la apartó de la fase regional de los Juegos Escolares apelando de nuevo a las normas. Su equipo, el que compartía con sus amigos del pueblo, Zarzuela del Pinar (444 habitantes), se había clasificado para esa ronda tras eliminar a rivales de municipios mucho más grandes, pero en ese tramo de la competición la organización ya no permitía equipos mixtos. «Incluso los propios padres podían haber pedido que la fase final fuera mixta, pero no lo hicieron», se justificaba el entonces director general de Deportes de la Junta, Alfonso Lahuerta. Mientras, Marta, a la que ni siquiera dejaron bajar a la cancha para recoger el trofeo que ganaron, lloraba en la grada.

Marta se hace mayor

Su historia llamó la atención de numerosos medios de comunicación nacionales que se desplazaron a Zarzuela del Pinar para hacerle reportajes. Pero pronto se apagaron los focos y Marta tuvo que proseguir  su lucha para poder continuar haciendo lo que más le gusta. Sigue viviendo en Zarzuela y estudia cuarto de la ESO en el instituto Vega de Pirón de Carbonero el Mayor, pero para segir dando rienda suelta a su pasión ha tenido que hacer muchos kilómetros en los últimos cursos. Primero a Cuéllar y a Nava de la Asunción y ahora a Segovia, adonde le suele traer en coche su madre, Noelia. Entrenan lunes, miércoles y jueves, algunas veces hasta las diez y media de la noche, por lo que no llega a casa hasta casi las once y media. Y al día siguiente, toca diana a las siete y media para ir a clase. Amor puro por el deporte.

Este pasado verano la convenció para incorporarse al Unami Jonathan Rubio, su entrenador en Nava y ahora segundo de Antonio González en el equipo segoviano. «Tiene los conceptos muy bien trabajados y asimilados. Utiliza muy bien el cuerpo, es polivalente, tiene  gol...», destaca mientras la capitana, Rocío, que pone el acento en la buena adaptación al vestuario que ha protagonizado. «Puede parecer tímida, pero apenas se nota que está entre chicas mucho mayores que ella», apunta por su parte su técnico.

Ahora toca comprobar cuál es su respuesta en la competición, aunque ella no se asusta. «Es verdad que es una categoría nueva para mí y que las rivales van a ser más difíciles, pero con trabajo y esfuerzo seguro que salen las cosas bien», señala esta futura estudiante de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte («Es lo que me gustaría hacer»), dispuesta a jugar donde le diga su entrenador. «En Cuéllar me ponían de cierre, pero aquí parece que va a ser de ala. Me da igual donde me pongan».

Divertirse constituye su única preocupación, acostumbrada como se encuentra a hacerlo. Sus padres y su hermana mayor, Laura, siempre han apoyado su afición y el único episodio de discriminación que ha sufrido ha sido el mencionado de hace dos años. «Aquello fue un poco una locura porque pasó todo muy rápido», reflexiona en vísperas del que puede ser su debut en la segunda máxima categoría del fútbol sala español. El Unami recibe este sábado en el Pedro Delgado al Universidad de Salamanca con el objetivo de resarcirse de la última derrota sufrida en la cancha del Chiloeches.

Para su entrenador, Antonio González, «Marta atesora muchas cualidades para destacar». «Tiene mucha potencia, verticalidad, gol, es valiente, que es algo que nos hace falta... Pero tiene que tener paciencia y asumir su rol. La clave es ir metiéndola poco a poco y su filosofía ha de ser luchar, saber estar en la pista, competir, hacerse al juego del equipo... Así conseguirá una evolución constante», argumenta. Ella sólo piensa en disfrutar, aunque ya se haya hecho mayor.