El último homenaje a Lauda

Antonio Sánchez Solís (EFE)
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Miles de personas y protagonistas del mundo del motor acuden al funeral de la leyenda de la Fórmula 1, fallecido el pasado día 20

El último homenaje a Lauda - Foto: Christian Bruna

Con casco y mono de competición, acompañado de miles de seguidores. Así se ha despedido Niki Lauda, como compitió y triunfó, en una ceremonia fúnebre en Viena en la que participaron numerosas leyendas de la Fórmula Uno.

Desde muy temprano, miles de personas han esperado horas, pese a la lluvia, el frío y el viento, para presentar sus respetos al féretro con los restos mortales de Lauda, en la capilla ardiente instalada en la Catedral de San Esteban.

Poco después de las 08,00, el ataúd había entrado en el templo acompañado de la viuda de Lauda, Birgit, y de Mathias y Lukas, sus dos hijos mayores, nacidos del matrimonio del corredor con la chilena de origen austríaco Marlene Knaus.

Fue Lukas quien colocó sobre el féretro un casco rojo, el que caracterizaba a su padre, completando así el mono de competición con el que, según ha informado la familia, ha sido enterrada la leyenda austriaca.

"Prácticamente he pasado toda mi vida con Niki Lauda. Me acuerdo, cuando era una niña de haber visto en las noticias el grave accidente que tuvo. Niki ha sido siempre para nosotros, los austriacos, una persona muy especial, que ha acompañado mi vida hasta ahora", declaró Brigitta, una de los miles de ciudadanos que ha querido despedirse del piloto.

Y es que, al morir el pasado 20 de mayo, a los 70 años de edad, Lauda ha pasado de ser héroe para convertirse en una leyenda. Una leyenda forjada no sólo con sus tres campeonatos del mundo (con Ferrari en 1975 y 1977 y con McLaren en 1984). Sino también con la gesta que supuso regresar a la competición apenas un mes después del terrible accidente que sufrió en el circuito de Nürburgring alemán en 1976, que casi le cuesta la vida. Y con sus éxitos como empresario, como fundador de tres aerolíneas. Y como superviviente de dos trasplantes de riñón y uno de pulmón.

Aunque fue tras esa última intervención, el pasado verano, cuando la salud de Lauda quedó muy deteriorada.

El pasado enero, tuvo que ser ingresado de nuevo debido a una gripe que contrajo mientras pasaba las navidades en la isla española de Ibiza, donde tenía su segunda residencia. Y el pasado día 20 falleció en una clínica de Zúrich (Suiza), después de lo que los doctores definieron como un "largo proceso".

Además de miles de ciudadanos, muchos amigos y compañeros de Lauda han acudido hoy a Viena para despedirse de él. Los excorredores Alain Prost y Nico Rosberg; el cinco veces campeón del mundo Lewis Hamilton; Flavio Briatore (ex director del equipo de Renault) y Luca di Montezemolo, expresidente de Ferrari; y Toto Wolff, director ejecutivo de la escudería Mercedes, fueron algunos de los representantes del mundo del motor en la ceremonia.

A esa misa fúnebre, en la que en total participaron unos 500 invitados, acudieron también el actor de origen austriaco, Arnold Schwarzenegger; y el hispano-alemán Daniel Brühl, que interpretó a Lauda en la película Rush.

"Estamos ante el féretro de un gran austríaco", dijo el presidente del país, Alexander Van der bellen, quién afirmó que Lauda hizo sentirse orgulloso a muchos de sus compatriotas.