¿La Sego es un equipo maldito?

Nacho Sáez
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El análisis de Ángel Berbel, socio y entrenador de la cantera, demuestra que no. Tanto con el anterior sistema de 'play off' como con el actual el conjunto gimnástico se encuentra en lo que los estadísticos denominan 'intervalo de confianza'.

El gimnástico Domingo se lamenta tras la reciente eliminación ante el Villarrobledo. - Foto: Juan Martín Gimnástica Segoviana

Una de las plazas de ascenso a Tercera División se repartirá en la eliminatoria que disputarán el Lealtad de Villaviciosa y el Villarobledo, principio y fin hasta el momento de la leyenda negra de la Segoviana en los ‘play off’. Sólo tres ascensos (1999, 2011 y 2017) rompen lo que para algunos es un gafe histórico que persigue al club gimnástico. ¿Pero realmente está maldito o es cuestión de lógica de probabilidades que haya caído eliminado más veces de las que ha subido?

El Síndrome de Indefensión Aprendida se refiere a aquellos experimentos sobre la conducta de los animales que se basan en mecanismos de estímulo-respuesta y castigo-recompensa. Un estímulo en el interior de una jaula a un animal (por ejemplo, encender una luz) para provocar una respuesta (que toque una palanca de un color u otro). En función de cuál eligiera, el animal sufría un castigo o recibía una recompensa, pero en uno de los experimentos siempre le tocaba castigo, con independencia de la palanca que tocara, así que finalmente dejaba de hacer caso al estímulo porque entendía que, hiciera lo que hiciera, se llevaría un correctivo. Ángel Berbel –neurólogo, concejal en funciones del Ayuntamiento, entrenador de fútbol base y gimnástico hasta la médula– aprendió este Síndrome de Indefensión Aprendida en sus primeros años de universidad  y lo ve aplicable al sentimiento que tienen estos días numerosos aficionados de la Segoviana: «Hagamos lo que hagamos seguiremos en el pozo de la Tercera».

Berbel ha querido desmentirlo con un análisis que él define como «más o menos científico». «Pido disculpas de antemano a los psicólogos que lo lean por la simplicidad de mi explicación y a los matemáticos o estadísticos que lo interpreten porque me he permitido el lujo de no calcular desviaciones típicas, varianzas...», señala.  El método que ha seguido ha sido el de un artículo científico e incluye objetivos, material y métodos, resultados y discusión. «El objetivo, lógicamente, es demostrar que la Sego no es un equipo maldito y que no tenemos que entrar en idefensión aprendida», subraya en la introducción de esta investigación que ha querido compartir con El Día Segovia en los días posteriores a una nueva trumática eliminación en el ‘play off’.

Ángel Berbel, entrenador de la cantera de la Segoviana y autor del análisis.Ángel Berbel, entrenador de la cantera de la Segoviana y autor del análisis. - Foto: Juan Martín Gimnástica SegovianaA lo largo de su historia, los azulgrana han participado en tres tipos de fases de ascenso. Hasta la temporada 2004/2005, los cuatro primeros clasificados de cada grupo de Tercera pasaban a una liguilla también de cuatro –que se disputaba a ida y vuelta– en la que ascendía el que quedaba primero. A aquel formato pertenece la fatídica derrota en Villaviciosa durante unos meses de junio en los que la Segoviana solía verse las caras con equipos asturianos, gallegos y madrileños. «Sin mucho que discutir, es lógico pensar que  lo normal sería ascender en una de cada cuatro ocasiones. Nosotros lo hicimos en una de cinco, con lo cual no cabe otra que aceptar que entramos dentro de lo que los matemáticos llaman intervalo de confianza. Es decir, cumplimos con la lógica», argumenta Berbel.

La Real Federación Española de Fútbol aprobó suprimir esas liguillas y dar paso al sistema que continúa vigente hoy, en el que la entidad gimnástica sólo ha participado una vez como campeón. Fue hace dos años y selló el tercer ascenso de su historia a la división de bronce del fútbol español. Perdió en el encuentro de ida contra el filial del Málaga (1-0) y lo goleó en la vuelta (4-0). «En la eliminatoria directa de campeones se reservan nueve plazas para dieciocho equipos, es decir, tienes un 50 por ciento de posibilidades de subir. Nosotros hemos aprovechado la única que tuvimos, un cien por cien, así que su valor estadístico es escaso. Es como si tiras una moneda al aire y te sale cara y estimas que siempre que lo hagas saldrá así», remarca Berbel.

Pero su estudio hace especial hincapié en los ‘play off’ como el que la Segoviana ha afrontado esta temporada, en los que para subir es necesario superar tres eliminatorias. Es lo que muchos llaman el camino largo, que guarda una plaza para cada siete equipos. En este caso aparece un ascenso gimnástico en ocho intentos. «Creo que también entra en el intervalo de confianza de los estadísticos», destaca este aficionado y entrenador que este curso ha dirigido al infantil regional del club. 

Sin embargo, ha querido dar un sabor emocional a estos datos, «que si no quedan muy sosos». «Es lo que siempre nos cuentan en Medicina, que hace dudar de la estadística. Por ejemplo, ese señor que fuma tres paquetes de tabaco al día y, con 90 años, está como una rosa. ¿Existe en los play off’ de ascenso a Tercera? Pues claro», indica Berbel. De acuerdo a su análisis, que excluye el ‘play off’ de este año, aún en disputa, el paradigma de la fortuna es el Peña Sport de Tafalla, que ha logrado cinco ascensos en siete intentos por el camino largo. El Algeciras –bestia negra de la Segoviana en 2015–, Conquense, San Fernando, Atlético Sanluqueño y Toledo, tres en cuatro, cinco o seis fases de ascenso; y el Betis B, Mallorca B, Las Palmas B, Dépor B o el Izarra, otros tres en estos catorce años desde que cambió el formato, aunque en algunos casos con eliminatorias de campeones de por medio.

En el extremo contrario. aquellos que suman sus participaciones en el ‘play off’ largo sin haber ascendido nunca, hay numerosos equipos. El Haro cayó once veces antes de subir hace unos días en la eliminatoria de campeones contra el Zamora; el Calahorra, nueve; el Noja, Escobedo y Jerez de los Caballeros, ocho; la Gimnástica de Torrelavega, Laredo y Ávila, siete... 

Para Berbel, «queda demostrado más o menos científicamente (y con permiso de los estadísticos) que no somos un equipo gafe». «No destacamos por nuestros ascensos, pero tampoco por nuestras frustraciones. Estamos en la media. Otra cosa es el sentimiento que ineludiblemente va unido al fútbol. Muchos pensarán que no son los números, sino la manera en la que hemos perdido. Eso es algo que pesa en nuestras memorias y que no desaparecerá hasta que se dé la vuelta a la moneda, pero está claro que no debemos entrar en el Síndrome de Indefensión Aprendida y que sigamos pensando ‘hagamos lo que hagamos, seguiremos sin ascender’. La ciencia dice que nuestro próximo ascenso está cerca. No me atrevo a decir cuándo, pero pronto. Mucho ánimo a los gimnásticos de corazón, que espero que estén cerca de los 3.000 que estuvimos el sábado en La Albuera», concluye.