La recuperación del mercado laboral en 2021 será tímida en Castilla y León, con un avance del número de ocupados del 2,8 por ciento, tal y como se refleja en el proyecto de presupuestos generales de la Comunidad para 2021 presentados hoy. La cifra supone la mitad del crecimiento estimado para el conjunto nacional, del 5,6 por ciento. Las cifras macroeconómicas detalladas hoy en las cuentas autonómicas avanzan una caída de los ocupados este año del seis por ciento, así como una tasa de desempleo para el próximo ejercicio del 13,9 por ciento, una décima menos que la estimación para este año. Al igual que la mayoría de analistas finacieros, la Junta de Castilla y León también prevé en sus presupuestos un rebote del PIB el año que viene hasta el 7,5 por ciento, que no servirá para amortiguar el descalabro de este año, que alcanzará un descenso del ocho por ciento en el Producto Interior Bruto autonómico. El déficit público, por su parte, alcanza el -1,1 por ciento en 2021, el doble que la estimación para este año.

El capítulo de ingresos crecerán tanto la recaudación vía impuestos directos, con más de 2.338 millones de euros, un 12,7 por ciento más que en 2018; como las transferencias corrientes, que alcanzarán los 3.711 millones, un 23,7 por ciento más; y las tasas y precios públicos, con 232.000 euros. Por el contrario, la caída del consumo arrastrado por la crisis económica derivada de la covid-19 hará retroceder un 0,78 por ciento su recaudación, con 3.460 millones de euros, como los ingresos patrimoniales, que merman un 14,9 por ciento, hasta los 27.439 euros.

La enajenación de inversiones reales también bajará un 0,23 por ciento, hasta los 50.600 euros, mientras que las transferencias de capital se disparan un 7,8 por ciento, hasta los 512.196 euros.

Por último, el pasivo financiero de la Junta se eleva un 30,9 por ciento, hasta los 1.900 millones de euros, frente al descenso del 15,37 por ciento de los activos, que se quedarán en los 39.552 euros.