Todo en una mañana que ha comenzado con la exposición micológica y ha seguido con el canto del Villancico, esta vez adornado por el solo de Silvia Callejo, una niña de diez años que pertenece a la Escolanía de Segovia.

El desfile de los Gigantes y Cabezudos, el concierto de la Unión Musical Segoviana, el nombramiento de Jesús Hernández como

Amigo de San Frutos, la lectura del romance a cargo de Emilio Montero y la interpretación del Himno a Segovia han redondeado un día de gran fiesta.