Quienes buscan señales en los números quizás puedan encontrar aquí motivos para alimentar su fe en torno a un posible ascenso de la Gimnástica Segoviana a Segunda División B este sábado. Entre la primera  (1999) y la segunda vez (2011) que subió de categoría tuvieron que pasar 12 años. En cambio, para la tercera hubo que esperar la mitad, seis. Si se cumpliera esta serie matemática, los de Manu González tendrían que ser nuevo equipo de la división de bronce del fútbol español este 25 de julio, ya que han pasado tres años desde su último ascenso. 

Hasta aquí las cábalas. Lo cierto es que su rival este sábado (20:00 horas, en directo a través de Footters y Radio Segovia-Cadena Ser) tiene el doble de posibilidades de conquistar la plaza en juego porque le valen dos de los tres desenlaces posibles: una victoria y un empate. La Segoviana necesita ganar debido al formato que la Federación ha elegido para este ‘play off’ exprés. En caso de empate, no hay prórroga ni penaltis sino que vence el equipo que hubiera terminado la temporada regular en mejor posición. En este caso el Zamora, que también gozar del cartel de favorito porque solo ha perdido un partido en toda el curso, porque cuenta con el mayor presupuesto y porque también tiene a su favor el balance histórico de enfrentamientos entre los dos equipos a lo largo de la última década.

En ese tiempo, la Segoviana solo se ha llevado sus duelos en una ocasión (3-0 en La Albuera en la temporada 2016/2017) frente a tres triunfos del conjunto zamorano y seis empates, incluidos los dos que cosecharon en la campaña que ambos coincidieron en Segunda B (1-1 y 1-1 en la 2011/2012). Sus duelos más recientes datan de esta misma liga y se saldaron con un 3-0 a favor del Zamora en la ida y con un empate en la vuelta (1-1), aunque en este último la Segoviana llevó el mando, la igualada no se produjo hasta los últimos instantes y no estuvo exenta de polémica.

Los jugadores de la Segoviana celebran el pase a la final del ‘play off’ el pasado domingo. - Foto: Juan Martín Gimnástica Segoviana

Las fuerzas quizás se igualen, sin embargo, en esta ocasión al tratarse de una final. Un partido sin red que pondrá punto y final a todo un año de trabajo condimentado por la pandemia del coronavirus. Y para la Segoviana en concreto, por los problemas institucionales que ha arrastrado durante los últimos meses por la posible conversación del club en sociedad anónima deportiva, que han dejado a la entidad en funciones y sin candidatos en el horizonte para asumir su gestión.

«Independientemente de lo que pase el sábado, lo que ha hecho el equipo es difícil de superar», subraya su entrenador, Manu González. «Se ha sobrepuesto a la situación institucional, al parón por el confinamiento, a los pocos fichajes que hicimos, a las bajas que sufrimos después...». Solo queda dar el último paso. Un reto que va a afrontar con todos sus efectivos disponibles –a falta del entrenamiento de este viernes– y seguramente con cambios en su alineación titular. «Lo decidiré el día antes o en las horas previas. Podría jugar cualquiera porque todos los futbolistas tienen clara la lectura del partido que queremos hacer. Javi Borrego estuvo bien contra la Arandina pero también [Diego] Gómez en nuestro último enfrentamiento contra el Zamora. Y quizás esta vez juguemos con los extremos a pie cambiado y no en su pie natural», apunta el técnico.

Este espera un encuentro «parecido» al de la Arandina, aunque también es consciente de que el Zamora posee más variantes de juego. «Te puede someter a través de la posesión del balón o con un fútbol directo y acumulando jugadores en zona ofensiva. Tenemos que superar los malos momentos que seguro vamos a tener», reclama el entrenador madrileño, que no tiene preparado ningún mensaje especial para sus futbolistas: «Les intento transmitir confianza. Llevamos esperando un año a jugar este partido y están preparadísimos. Este equipo está hecho para cosas grandes y lo único que necesitamos es saber gestionar los nervios que son normales en este tipo de partidos y estar más acertados en ataque que el sábado».

La Segoviana disputó ese choque con su indumentaria habitual, mientras que en la final lo tendrá que hacer con camiseta azul celeste, pantalón blanco y medias también celestes para evitar la coincidencia de camisetas. Enfrente estará un rival que en principio también dispondrá de todos sus jugadores a excepción de Asiel, una baja que no es menor porque había sido titular las dos últimas temporadas. Otra señal quizás de que la Segoviana se encuentra ante su partido. La presión es toda para el Zamora, que no se puede permitir otro curso en el pozo de la Tercera.