Del pantano a los Juegos

Nacho Sáez
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El segoviano Álvaro de Frutos ha sido preseleccionado para los Juegos Sordolímpicos tras un año en el que ha cambiado de club y entrenador y en el que se ha tenido que adaptar a las circunstancias provocadas por la pandemia.

Del pantano a los Juegos - Foto: Diego de Miguel

Álvaro de Frutos (Segovia, 2 de septiembre de 1993) ha transformado un año que parecía perdido en un 2020 de reencuentro consigo mismo y de éxitos. Este nadador adaptado acaba de batir seis récords de España, a pesar de que el confinamiento provocado por el coronavirus le sacó del agua de forma abrupta, y ha sido preseleccionado para los Juegos Sordolímpicos que se disputarán en Brasil en diciembre del año que viene. 

«Estoy muy contento, me encuentro en un gran estado de forma», señala escasas horas después de que pulverizara en Valladolid el récord de España de 1.500. La guinda a un fin de semana en el que también consiguió la plusmarca nacional en piscina corta en 100 espalda y en 200 braza. Esta última la considera su prueba, pero hacía cinco años que no conseguía rebajar su marca personal. «He vivido cinco años en centros de alto rendimiento, ahora me he vuelto a Segovia y veo que no todo es la juventud en el deporte. Con experiencia, constancia y trabajo no hay límites», reflexiona.

Él supo mantener la disciplina durante el confinamiento. Pese a que todas las piscinas cerraron, se marcó una rutina de entrenamientos en bicicleta estática y con gomas que le permitió salir del trance sin haber ganado peso. Pero todavía fue un paso más allá en su capacidad de sacrificio cuando decidió lanzarse al pantano a nadar para suplir la ausencia de un vaso, aún en ese momento todos con la persiana bajada. «No tenía neopreno así que fue duro», reconoce.

No ha sido el único desafío que ha tenido que superar en este año tan extraño. También ha cambiado de club. Del Club Natación Segovia ha pasado al Club Natación Ciudad de Ávila sin necesidad de mudarse. «Mi nuevo entrenador, Francisco José Delgado, viene todas las semanas desde Ávila con un grupo reducido para poder seguirnos a todos de cerca»,  explica acerca de esta nueva etapa en la que solo echa en falta un gimnasio en el que poder complementar su preparación: «No me quiero arriesgar a pagar 50 o 60 euros por uno privado y tener la mala suerte de contagiarme y perder todo lo logrado hasta ahora».

Mientras encuentra una solución compatibiliza los entrenamientos en la piscina con el estudio de cursos «para ganar puntos de cara a estudiar una oposición». Su trabajo como monitor de las escuelas deportivas se lo llevó por delante la pandemia, que no ha podido sin embargo con sus ganas de superarse. En el campeonato de España de natación adaptada en piscina de 50 metros se alzó con el oro en su categoría en las cinco pruebas que nadó (50 y 100 braza, 50 y 100 mariposa y 100 espalda) y batió el récord nacional en dos de ellas  (100 mariposa y 100 espalda).

«Venía de una concentración, había entrenado muchísimo y quizás no llevaba la preparación exacta, pero aproveché mi buen estado de forma», relata, al tiempo que agradece su apoyo al Instituto Municipal de Deportes y al técnico de la Federación Española de Deportes para Sordos Javier Soto. Ahora tiene previsto centrarse en los 50, 100 y 200 braza, mientras que recurrirá a los 200 mariposa como prueba complementaria. Todo con la vista puesta en esos Juegos Sordolímpicos que son su gran objetivo. Todavía se tiene que asegurar su billete.