No hay muchas iniciativas en marcha que puedan aspirar a transformar el paisaje urbano de Segovia. La segunda fase del campus María Zambrano rejuvenecerá todavía más esa zona y la estatua del diablillo está llamada a aumentar el flujo de turistas en las calles San Agustín y Cronista Lecea y en San Juan de los Caballeros, pero pocas propuestas más llegan del lado de las autoridades. Un grupo de chavales, mientras, está decidido a recrear en Segovia, con sus ‘trucos’, el ambiente ‘underground’ de determinados ambientes de ciudades como Madrid. 

La concejala de Deportes, Marian Rueda, recibió en su despacho antes de Navidades a Juan Pérez y Álvaro Velasco, dos de los impulsores del club de calistenia que está en proceso de construcción. O ‘street workout’, como también se conoce esta disciplina emparentada con el ‘parkour’ y que se basa en un sistema de ejercicios físicos con el peso corporal. Procede de Estados Unidos y es uno de los entrenamientos de moda. La página web Calisthenics-parks.com permite encontrar a golpe de click lugares adecuados para practicarlo en cualquier momento. En Madrid aparecen decenas; en Segovia, ninguno.

La reunión con la edil de Deportes sirvió a Juan y Álvaro para poner sobre su mesa la petición de crear un parque de calistenia en Segovia, un proyecto que marcha por buen camino a la espera de concretar su lugar de emplazamiento y de realizar la inversión para adquirir el material, que debería comenzar por la compra de «una barra de ‘freestyle’, unas paralelas, barras a diferentes alturas...», según indican los propios Juan y Álvaro en conversación con El Día de Segovia en la Alameda del Parral. Allí tienen lo más parecido a los elementos de la calistenia, pero lo que hay es insuficiente y el terreno, además, no está acondicionado ante una posible caída en la realización de cualquier ejercicio.

'Trucos' contra el botellón - Foto: Rosa BlancoNecesitan una superficie de arena o de caucho que amortigüe los golpes y, aunque todavía no está decidido dónde se habilitará el parque, a ellos les gustaría que fuera en un sitio «céntrico» donde «la gente nos viera y otros jóvenes se animaran a unirse a nosotros», según explican Mario Monterrubio y Adelin Vasile Tarnauceanu, que también participan en una charla que viaja desde las alternativas de ocio saludables a la música, la disciplina o la comunidad ‘youtuber’.

Juan, Álvaro, Mario y Adelin se conocieron en el Parque de la Dehesa, donde también aprovechan cualquier pequeño resquicio para entrenar y mejorar. Porque, tal y como recalcan, «estamos empezando». Ni se plantean, de momento, acudir a las competiciones que se celebran en otras ciudades aunque, mientras posan para las fotografías que ilustran este reportaje, se nota que su progresión marcha por el camino correcto. «Es muy importante ser constante. El ‘front lever’, que es uno de los ejercicios básicos, lleva varios meses hasta que consigues  hacerlo», apunta Adelin, recién llegado de un examen en el que, según cuenta a sus compañeros, ha obtenido un sobresaliente.

Los estereotipos y los prejuicios no van con la calistenia. Ni los integrantes de este club en proceso de formación se mueven en ambientes marginales, ni pertenecen a ninguna tribu urbana que implique llevar una determinada ropa o escuchar un tipo de música concreta. «Cuando hago los ejercicios, me gusta ponerme una música más rompedora, electrónica, pero estamos abiertos a todo el mundo», destaca Mario, que pone el acento, además, en que «aquí no hay jerarquías». De momento son una decena de jóvenes los que se reúnen a intentar nuevos ‘trucos’, a imagen y semejanza de lo que sucede en numerosos barrios de Nueva York.

Esta disciplina nació en Estados Unidos y tiene algo de gimnasia rítmica, aunque promueve el entrenamiento funcional y el desarrollo personal y no sólo la fuerza. «Está relacionado con el parkour. Se trata de dominar tu cuerpo», interviene Álvaro, que diferencia entre ejercicios básicos, estáticos y ‘free style’. Dentro de cada categoría hay decenas de ejemplos. Ellos se valen de las barreras que delimitan el río Eresma en la Alameda del Parral para practicar, por ejemplo, el pino y el ‘front lever’, pero hay muchos otros más que les gustaría practicar con el material adecuado. Este podría tener un coste de unos 15.000 euros, según los primeros sondeos que han hecho a través de Kangaroo, una de las marcas punteras en la calistenia.

«Y no hay por qué preocuparse con el tema del vandalismo porque son elementos muy duros y muy difíciles de romper. Además, hay mucho respeto a este tipo de parques. Nadie lo estropearía», añaden estos cuatro jóvenes de los barrios de El Salvador y del Cristo del Mercado y de La Lastrilla, que han encontrado en esta disciplina la mejor alternativa de ocio saludable. «Prefiero hacer esto que ir a una discoteca. Y encima es gratis», señala Mario. «No genera la frustración del fútbol, donde si todos los fines de semana pierdes 10-0 acabas enfadado. Aquí podemos estar intentando un truco todo el tiempo que queramos y te proporciona una gran capacidad de superación. Hasta el punto de que, cuando estás estudiando, encuentras fuerza para estudiar un poco más aunque estés cansado», abunda Juan.

¿Y no se puede hacer en los gimnasios? «Hay gimnasios que lo están incorporando, pero lo que nos gusta es estar al aire libre», dicen los cuatro casi al unísono, al tiempo que desvelan que Youtube es el sitio perfecto para aprender más técnicas. Las nuevas tecnologías no faltan en sus vidas, por supuesto, pero ellos, al contrario que muchos otros jóvenes, no viven encerrados en sus móviles.