"Hago Black Friday obligada, me mata las ventas de Navidad"

S.A.
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El pequeño comercio local opina sobre el Black Friday: Zapatería Valle

Pilar Martín, de Zapatería Valle, en la calle de Santo Tomás. - Foto: Rosa Blanco

En Zapatería Valle, en Santo Tomás número 11, los carteles del Black Friday llevan varios días colocados. Los descuentos se aplican toda la semana, aunque, como explica su propietaria, Pilar Martin, «todavía no he empezado a vender. Lo dejarán para el viernes y sábado». Propietaria de Zapatería Valle  desde hace tres años —tras la jubilación de quien ostentó el comercio durante 19 años—, Pilar manifiesta sus dudas sobre los beneficios del ‘viernes negro’ para su negocio. «Si que es verdad que esta semana se vende más, pero te mata el mes de diciembre y la campaña de Navidad».

El diagnóstico de Pilar es fruto de su experiencia en estos últimos años. «En noviembre no compran porque esperan el Blak Friday y luego en diciembre tampoco, porque ya lo han comprado. Lo he visto en los dos últimos años. Te parte un poco, la verdad»
PIlar admite que  si aplica los descuentos del Black Friday es porque «me veo un poco obligada» y «si nadie lo hiciera, sería genial». «Estamos todo el año con ofertas y al pequeño comercio esto nos machaca», añade la dueña de Zapatería Valle, que mantiene que el Black Friday «solo beneficia a las grandes superficies, que tienen muchos productos en stock a los que puede dar salida». «En cambio —añade— yo me encuentro con que este género que he recibido hace solo un mes y pico ya lo tengo que poner en descuento. Ya casi todo sale con descuento y te ves obligada porque ya lo hace todo el mundo».

La dueña de esta zapatería subraya que el pequeño comercio tiene «muy difícil» competir con plataformas como Amazon y grandes franquicias porque «cuando yo pongo mi campaña de descuentos, ellos ya están con rebajas del 70%». «El pequeño comercio —aventura— está condenado a morir. Internet nos hace polvo. Los alquileres de los locales son altos y no haya una regulación para las rebajas. Ya me dicen, no te desesperes, que está todo el mundo igual».