Su espacio es la tierra (batida)

Fernando Ortiz de Frutos
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Pablo Fuentes Vázquez, profesor de tenis y pádel, en la sección 'Personajes a la última'

Su espacio es la tierra (batida) - Foto: Rosa Blanco

En 1966 el periodista radiofónico Florencio Torrelledó, que era quien narraba habitualmente los partidos de tenis para las emisoras españolas, compuso una canción harto peculiar y curiosa que llegó a alcanzar cierta popularidad en la grabación que él mismo llevó a cabo para el histórico sello BELTER  y cuya letra no tiene desperdicio. A modo de ejemplo, sirva el airoso estribillo que hemos  reproducido en el texto que precede a la semblanza de nuestro personaje de hoy, estribillo que, como el resto de la canción glosaba,  a su manera, las gestas de los tenistas de aquella época, especialmente los que jugaron las finales de la Copa Davis en 1965 y 1967, y que no eran otros que Gisbert, Ariza, Couder y, naturalmente, el gran Manolo Santana. Pues bien: nuestro personaje  de hoy es, en cierto modo, una consecuencia de los éxitos de los  mencionados deportistas y de algunos otros que  fueron contribuyendo a que aquel deporte, entonces absolutamente minoritario y elitista en nuestro país, se haya convertido en uno de los más practicados en España. Y es que Pablo Fuentes Vázquez, joven profesor de tenis y pádel en el club que fundó en el año 2013 junto con su compañero y amigo Ángel de Marcos en el lastrillano barrio de El Sotillo, ha hecho del deporte de la raqueta su profesión, consecuencia de una afición que comenzó a apoderarse de él cuando, con cuatro o cinco años, iba a ver jugar a su padre a las pistas del Casino de la Unión. Aquel deporte, con todo lo que tiene de esfuerzo individual y de espíritu de sacrificio,  comenzó a meterse en las venas del pequeño Pablo hasta que, con el paso del tiempo, se ha convertido en su modo de vida.

«Me entusiasmé con el tenis, hasta tal punto que quise ser profesional. Me estuve preparando para ello estudiando en Alicante y en Madrid. Conseguí sacar los cursos de instructor y monitor y ahí empezó todo: desde entonces me gano la vida con este deporte, no compitiendo,  pero sí ayudando a mucha gente a entrar en este mundillo».

Como ya hemos dicho, en 2013 comienza la ilusionante andadura del Club Espacio Tierra, en el que desde entonces se imparten clases de tenis y pádel a varios centenares de alumnos. Y se siente orgulloso de que este «espacio» fuese inaugurado nada más y nada menos por Juan Carlos Ferrero, que como  bien se sabe es un ex-tenista español y jugador de pádel español que logró ser número 1 del mundo del ranking  ATP durante 8 semanas en 2003, año en que consiguió ganar nada más y nada menos que el torneo de Roland Garros. 

«Fue para nosotros un espaldarazo muy especial. Ten en cuenta -nos dice- que hasta entonces habíamos estado dando clases en el Casino de la Unión, en el Club de Tenis Juan Bravo y para varios ayuntamientos de la provincia. Y fue precisamente uno de estos consistorios, el de La Lastrilla, el que nos propuso hacer un proyecto que, finalmente, desembocó en este Club, del que nos sentimos muy orgullosos. Tenemos muchos alumnos tanto en tenis como en pádel; y los hay de todas las edades, desde niños a adultos. Y realizamos, además, un montón de actividades: montamos torneos, tanto internos como abiertos,  organizamos ‘clinics’ , disponemos de tienda, cafetería y, lo más importante, de cuatro pistas de tenis y cuatro de pádel en las que desarrollar nuestra actividad».

Cuando hablamos de la trayectoria del tenis desde aquellos míticos años sesenta, Pablo es consciente de la evolución de este deporte, especialmente en lo que se refiere a su implantación social. Es un fenómeno muy interesante observar cómo un juego que era bastante minoritario, se ha convertido en una afición colectiva que apasiona actualmente a millones de personas. Esa línea imaginaria que podríamos trazar desde Santana hasta Nadal, ha sido testigo de cómo en la actualidad son muchos los «locos por el tenis», muchos más que los que pudo imaginar el bueno de Torrelledó cuando compuso la ingenua canción que encabeza este artículo. «Y es que ahora -dice Pablo- el tenis, a nivel mundial, es uno de los deportes más practicados. Y es que cuando me hablas de Santana, evidentemente yo no había nacido; pero en esa línea que has trazado desde él a Rafa Nadal, ha habido un montón de gente que fueron también nuestras referencias: los hermanos Sánchez Vicario, Sergi Bruguera  o el ya mencionado Ferrero, entre otros, han influido también de modo decisivo en el crecimiento de la afición y, en consecuencia, en el aumento de practicantes».

Y para dar cauce a este deseo está Pablo Fuentes,  quien desde muy pequeño vio como lo que comenzó como una simple afición, se ha convertido no solo en su medio de vida, sino, y esto es para él lo más importante, en una auténtica pasión que contagia con mesurada vehemencia en su sosegado modo de hablar, ante el que uno, de verdad,  no se queda indiferente.