El concejal de Obras del Ayuntamiento de Segovia, Miguel Merino, niega que exista irregularidad alguna en la contratación del proyecto de construcción del ascensor urbano que salvará el desnivel entre la calle Gascos y Vía Roma, a pesar de las críticas del Colegio de Geólogos, que el jueves señaló que la ley de contratos obligaba a realizar un estudio geológico previo. Recuerda que el proyecto está visado por el Colegio de Arquitectos. Desmiente que la obra se haya parado en algún momento, aunque sí se ha ralentizado y acumula “varias semanas” de retraso por las lluvias del mes pasado y porque ha habido que excavar más de lo previsto. Y además, considera “aventurada” la opinión del Colegio de Geólogos por no haber contactado previamente a su denuncia pública con la Concejalía de Obras “para haber tenido información de primera mano”, aparte de señalar que “está poniendo en duda el trabajo de técnicos municipales, compañeros suyos”.

Las obras empezaron a finales de noviembre con un plazo de ejecución de cuatro meses, aunque será más que difícil que el ascensor esté terminado para marzo, tal y como se esperaba en un principio. El proyecto se adjudicó a Fain Ascensores con un presupuesto de 90.729 euros y también se presume cierto sobrecoste, “pero no de tal trascendencia como para requerir un modificado de proyecto”, sino “variar algunas partidas” sin que sea necesaria esa tramitación que, además, conllevaría más demora.

Réplica a los geólogos. "La comunicación fue aventurada porque si realmente estaban tan preocupados por determinadas circunstancias relativas a este proyecto, qué menos que haberse reunido con alguien de la Concejalía de Obras para haber recibido información de primera mano", señaló a El Día el concejal de Obras. “El proyecto cumple normativa desde el primer momento y los estudios técnicos interpretaban que era necesaria una cimentación superficial. La realidad ha sido posteriormente que no era tan superficial, pero no existe más complejidad que la de excavar algo más”, prosiguió. “De hecho, ya se ha encontrado base, sustentación, a cuatro metros y medio, un metro más de lo previsto”.

Según Merino, “la trascendencia” de este imprevisto “es mínima”. “Lo único”, el retraso que han supuesto las dudas sobre si el agua que había en el agujero del ascensor sería por la lluvia, por una posible avería o, tal y como se ha comprobado, porque el nivel freático en ese punto está a 1,8 metros de profundidad, “lo cual trae como consecuencia la necesidad de una impermeabilización de lo que es el agujero, y hacer el taco de hormigón para el cimiento, pero no tiene ningún tipo de repercusión”, subrayó.

“Desde un punto de vista técnico, si cada Colegio Profesional quiere opinar de cada proyecto, incluso del aspecto artístico, pues que lo hagan, pero desde luego que la Concejalía de Obras está satisfecha con el proyecto que se realizó”, incidió Moreno. “Es verdad que vamos con unas semanas de retraso debido a las condiciones meteorológicas, y a encontrar el agua y demás. También es un retraso que la caja del ascensor se tenga que hacer a medida, para lo cual se tardan otras cuantas semanas. La empresa además ha apurado todos los plazos administrativos que la ley ampara, pero desde luego lo que sí que hay que decir es que la obra no ha estado paralizada”, recalcó.

“De hecho, me ha sorprendido la rotundidad con que ha dicho el Colegio que la obra está parada, que se atreva a decir una cosa semejante porque no es verdad y no puede disponer de nada que lo acredite, porque no existe esa realidad. La obra va avanzando con más o menos rapidez o lentitud, pero avanza para llegar a buen puerto lo antes posible”.

“Al final, un Colegio Profesional ve exclusivamente su ámbito y no se da cuenta que un proyecto de este tipo, para una Administración pública, tiene muchos más ámbitos que cumplir aparte del geológico. Está también el arqueológico, el urbanístico, hay unos principios sociales… En fin, otra serie de circunstancias que hay que tener en cuenta”, continuó. “Hacer demagogia sobre la seguridad de las personas en base a la posible ausencia de un informe geotécnico... Me parece aventurado y demagógico”.

“Las decisiones técnicas en la Concejalía las toman los técnicos, que están perfectamente capacitados, también están colegiados y tienen sus competencias establecidas. Desde luego el criterio político es la realización del ascensor. ¿Que quieren poner ahora en cuestión las opiniones de los técnicos? Ellos verán si quieren poner en tela de juicio la labor y profesionalidad de sus compañeros. Mi obligación como concejal es hacer que ese proyecto tire adelante cumpliendo la legislación y asesorándome de los técnicos de los que me tengo que asesorar, que son los municipales”, sentenció.