La cuenta atrás no llega a su fin, solo se para. Fernando Alonso, doble campeón mundial de Fórmula Uno, no se retira. En Abu Dabi, el español disputa el que podría ser -o no- su último Gran Premio en la categoría ‘reina’, en la que lo único seguro al 100 por 100 es que no correrá en 2019. Año en el que completará el Mundial de Resistencia (WEC) e intentará ganar las 500 Millas de Indianápolis y las 24 Horas de Daytona, en EEUU.

El ovetense, de 37 años, desea afrontar nuevos retos deportivos, sin cerrar las puertas a un hipotético regreso -siempre y cuando sea en un coche ganador- al ‘Gran Circo’, tal y como dejó entrever el pasado fin de semana en China; de donde salió enojado tras acabar segundo -después de que su equipo le diese el triunfo al otro Toyota- las Seis Horas de Shangái. Lo que no le impidió mantener el liderato del WEC, que intentará refrendar en las tres pruebas que le quedan a una ‘súper temporada’ que se cierra en 2019.

Después de ganar el Gran Premio de Mónaco y en junio pasado las 24 Horas de Le Mans (Francia), el doble campeón mundial asturiano de Fórmula Uno apuntará el año próximo a la ‘Triple Corona’, que completará si gana las 500 Millas de Indianápolis (EEUU). Una gesta que hasta el momento solo ha logrado el inglés Graham Hill.