Auditoría con luces y sombras

Victoria Domínguez
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La auditoría realizada en el servicio de Urbanismo no detecta irregularidades, ilegalidades u ocultación de datos, pero reprocha que no haya un sistema específico para expedientes complejos, la mala metodología de archivo o el déficit de personal.

La alcaldesa y la concejala de Urbanismo, en la presentación de la auditoría - Foto: EDS

La auditoría se puso en marcha a instancias del grupo municipal de Ciudadanos, tras aprobarse una moción en este sentido en el Pleno. Analiza el periodo entre 2013 y 2016 y determina que en el área de licencias y autorizaciones la tramitación es "razonable y las cuentas de ingresos y gastos muestran una tendencia económica estable". Destaca los impagos registrados en el área de Disciplina Urbanística, por más de un millón de euros en esos cuatro años, mientras que en Planeamiento y Gestión considera que hay "expedientes largos y complejos que requerirían una especificidad en su tramitación, hay un elevado número de personas involucrados en ella y los tiempos de tramitación son altos.

También señala como riesgo que "los presupuestos se incrementan anualmente con base a unas previsiones de enajenación de terrenos que no se producen", cuestión a la que la alcaldesa y la concejala del área quitan importancia al recordar que "si no se produce el ingreso, tampoco se produce el gasto, con lo que el balance es cero, hay equilibrio".

Clara Luquero y Clara Martín destacan que la auditoría no detecta "irregularidad, ilegalidad ni ocultación de datos" y que lo que propone mejorar ya se ha mejorado o se está en ello. Recuerdan que el análisis corresponde a los años 13 al 16, este último es cuando empezó a implantarse la admnistración electrónica, que desde entonces ha permitido avanzar en sistemas de información, documentación y gestión. 

El archivo de documentos recibe nota negativa: por falta "de metodología de ordenación y de espacio físico, no contar con control de accesos, no estar protegidos los expedientes bajo llave y estar algunos en dependencias comunes".

Respecto a la dotación de personal del área de Urbanismo, la auditoría detecta demasiados contratos temporales, con los que se cubren, entre otras cosas, los "picos de trabajo", así como carencias de determinados puestos, como administrativo, que genera un "cuello de botella" en las tramitaciones. Luquero ha señalado que las restricciones iimpuestas por el Gobierno ha impedido contratar más personal, mientras que las interinidades se van a intentar disminuir sacando plazas para funcionarios de carrera.

Se prepara, ha añadido, una reordenación del servicio: en la actualidad hay un Jefe de Urbanismo para Urbanismo, Obras, Servicios y Medio Ambiente y la intención es "desdoblarlo, de forma que habrá un jefe responsable de Urbanismo y otro para Obras, Servicios y Medio Ambiente".

Respecto a las expropiaciones de terrenos, cuya nueva valoración por los tribunales generó pagos millonarios y dio origen a la petición de la auditoría,  el análisis establece que estos expedientes, considerados complejos,  deberían haber sido determinados como tal, establecer un manual de procedimiento y desinar una persona responsable que impulsara la gestión.