El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, afirmó hoy que duerme tranquilo porque su vicepresidente, Francisco Igea (Cs), cree en España, en los españoles, en la democracia y en "este gobierno", y criticó de nuevo el preacuerdo entre PSOE y Podemos para la formación de Gobierno en España.
El portavoz del Grupo Mixto, Pablo Fernández (Podemos), llevó al pleno de las Cortes la propuesta de Igea de reabrir los pactos autonómicos de Ciudadanos en caso de que se produjera un acuerdo de Pedro Sánchez para impedir el Gobierno con Podemos, aunque esa posición inicial su autor la ha matizado en declaraciones posteriores.
Fernández criticó el pacto de gobierno entre PP y Ciudadanos en la Comunidad y se detuvo en calificar de “paroxismo” la actuación de Igea y de que “causa desazón”, pero a partir de ahí se centró en el acuerdo de gobernabilidad que calificó de “matrimonio de conveniencia sin sexo ni amor”, más propio de una época medieval.
Según el líder de Podemos, Fernández Mañueco “aguanta” las declaraciones de Igea para que “no se levanten las alfombras del hedor de la corrupción y traga el sapo” del vicepresidente”. “Se puede ahorrar el carácter histriónico, ya se que no le gusta el acuerdo, pero no invente fantasmas”, replicó el presidente.
“Qué tal duerme usted, yo sí duermo tranquilo porque tengo un vicepresidente que cree en España, en los españoles, en la democracia y en este gobierno”, preguntó Fernández Mañueco a Pablo Fernández para después lanzarle una critica sobre el acuerdo entre Sánchez e Iglesias, después de las palabras y reproches que se cruzaron hace unos meses.
Tras leer una serie de titulares tanto de Sánchez sobre Iglesias como de éste sobre el presidente en funciones, Fernández Mañueco enmarcó el acuerdo en las “tragaderas” y en el “abrazo de amor fraterno” para ocultar sus “verguenzas”, en referencia al resultado del 10N, aunque también le preguntó si dormirán bien con el pacto con el PSOE tras la sentencia de lois Eres andaluces.
Fernández siguió con la critica a las políticas de la Junta en materia de población, sanidad, educación o en la reducción de impuestos a los “más ricos” porque “le importa un comino Castilla y León” y el presidente continuó con una descalificación del acuerdo que puede dar lugar a un Gobierno negativo para España y para la Comunidad, con el respaldo de los independentistas Arnaldo Otegui y Gabriel Rufián.