El más eficaz se llevó el partido. Pudo caer el triunfo de cualquiera de los dos lados, pero las mejores ocasiones de la Segoviana acabaron en los postes y Agus Alonso reclamó un penalti en el tramo final que el árbitro no señaló.
El equipo de Manu González se rehizo a un inicio dubitativo, pero el Villarrobledo autografió el 1-0 antes de la media hora. Momento crítico del que supo salir airoso e incluso igualar el choque con un tanto de Mika de penalti.
Lo más censurable del partido de la Segoviana quizás fuera que no resistiera ni cinco minutos con el 1-1. Pero se levantó de nuevo del golpe que supuso el segundo tanto manchego y terminó el choque en el área rival. Sin premio, aunque el próximo sábado tendrá la oportunidad de remontar en La Albuera.